EL PAíS
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Calor en el Dardo Rocha
En su jura como gobernador, en la Legislatura, Felipe Solá estuvo acompañado por su familia, por los compañeros del PJ bonaerense y por algún simpatizante famoso como el animador Raúl Portal. Otras presencias fueron menos simpáticas, pero ineludibles por las cuestiones protocolares, como el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, quien se presentó como garante por un millón de pesos del banquero Francisco Javier Trusso. Antes de hacer su discurso, Solá lo presentó como el “reverendísimo arzobispo de La Plata”. Luego de la jura, donde no hubo demasiada efervescencia, salvo una lluvia de pétalos de rosa en homenaje a Graciela Giannettasio, el gobernador se dirigió al Pasaje Dardo Rocha para hacer jurar a sus ministros. Allí sí hubo calor –provisto por los militantes de la JP de La Plata, que responden a Julio Alak– y los más aplaudidos fueron Raúl Rivara (Seguridad) y Juan Pablo Cafiero (Trabajo y Desarrollo Humano). “Olé, olé, olé, Solá, Solá”, se escuchaba.
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