Dom 20.03.2016

EL PAíS • SUBNOTA

Un show obsceno

› Por Horacio Verbitsky

El gobernador de Jujuy, contador Gerardo Morales, acusó por tres homicidios a la dirigente de la organización barrial Túpac Amaru, Milagro Sala, ante la complacencia de Luis Majul, quien en vez de pedirle pruebas o al menos alguna precisión sobre los hechos denunciados, se limitó a amplificar las afirmaciones de su invitado y subrayarlas con gestos de indignada aprobación. Los cargos de Morales son falsos: en ninguno de los tres casos está involucrada Milagro Sala.

Mientras Morales hablaba, a sus espaldas se veían párrafos de la Carta Abierta en la que Rodolfo J. Walsh investigó y denunció desde la clandestinidad los crímenes de la dictadura más poderosa de la historia argentina contra militantes populares indefensos. Emplear ese texto que Gabriel García Márquez calificó como una obra maestra del periodismo universal como imagen de fondo para la acusación falaz de un gobernador contra una militante popular privada en forma ilegal de su libertad desde hace dos meses agrega un costado obsceno a esa operación burda de propaganda política disfrazada de periodismo. En el mismo programa el presidente Maurizio Macrì también lanzó gravísimos cargos contra Sala y su organización. “No puede haber fuerzas paramilitares armadas distribuyendo dádivas, sometiendo gente”, dijo. Tampoco en este caso a Majul le interesó preguntar en qué se basaba el presidente para referirse a la Túpac Amaru como una fuerza paramilitar armada, lo que preanuncia un incremento de la ofensiva oficial contra esa organización popular, como se puede verificar en el territorio (Ver “Tres tiros en la cabeza”). Mientras Morales hablaba se sucedieron los zócalos que reforzaban el concepto. Algunos de ellos decían: Milagro Sala es una homicida, Milagro Sala participó de al menos tres homicidios, Milagro Sala ha dejado de ser una referente social y Milagro Sala es una gran delincuente. En cada bloque de la entrevista, el programa incluía avisos pagos del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además la esposa del operador, María Elizabeth Conte Grand, es la principal colaboradora de la vicepresidente Gabriela Michetti en el Senado.

Cuando Morales dijo que había una orden de detención contra Sala por un intento de homicidio, se produjo este diálogo:

Majul: ¿Intento de homicidio?

Morales: Sí, intento de homicidio.

Majul: ¿Y usted cree que Milagro Sala pueda ser una homicida?

Morales: Sí, claro obviamente.

Majul: Perdón, ¿está diciendo que Milagro Sala puede participar materialmente de un homicidio?

Morales: Sí, puede participar materialmente, pero ha tenido responsabilidad en varios homicidios.

Majul: ¿Mató gente, dice usted?

Morales: Ha participado. En el caso del Pato Condorí, ella es la que da la orden de usurpar, toma las medidas, la policía deja pasar colectivos con gente armada, se da la revuelta en el pueblo y dos militantes de la Túpac terminan matando al Pato Condorí. Están presos ahora, con condena. El caso de Ariel Velázquez, en la campaña del año pasado, un militante radical obligado a afiliarse a la Túpac Amaru para poder estudiar en uno de los centros educativos. El caso de Luca Arias, también un hecho allí de una violencia importante, muere meses después pero en una situación muy compleja de mucha violencia.

Este es el elemental chequeo de la información que Majul omitió:

Luca Arias, cuyo verdadero nombre era César Cristian Arias. El 24 de abril del 2007 la organización Corriente del Pueblo emitió un parte de prensa sobre la muerte de su fundador, quien era yerno del Perro Santillán. “El día jueves 19 a primeras horas de la tarde, ingresó a la Clínica Lavalle con un cuadro del que luego se supo era leucemia aguda que le provocó un derrame cerebral. El lunes a las 20 los neurólogos informaron que el compañero no presentaba actividad neuronal”. El certificado de defunción, firmado por la médica María Eugenia Fandiño consigna como causa de muerte “ACV hemorrágico”.

El Pato Condorí - El 26 de agosto de 2015, el portal del Poder Judicial de Jujuy informó sobre la finalización del juicio oral y público por el homicidio de Luis Darío Condorí, ocurrido en Humahuaca durante una ocupación de tierras. El Tribunal en lo Criminal Nº 3, integrado por Laura Lamas, Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González condenó a Moisés Oscar Lavayén a 16 años de prisión como autor y a Marco Antonio Guerra a 7 años de prisión como partícipe secundario y absolvió por falta de acusación fiscal a Miguel Angel Guerra. Los condenados formaban parte de la organización Tití Guerra, no de la Túpac Amaru, y no hay en el expediente nada que vincule a Milagro Sala con el homicidio.

Ariel Velásquez - El 7 de agosto de 2015, en San Pedro, este militante radical que estudiaba en una escuela de la Túpac Amaru fue alcanzado por un tiro en la espalda y murió once días después. El 25 de septiembre, la fiscal Silvia Farall, a cargo de la investigación, sostuvo en conferencia de prensa que “está absolutamente descartado el móvil político”. La causa fue caratulada como “homicidio en ocasión de robo”, y mutó a Homicidio calificado luego de la muerte. La fiscal dijo que al llegar al hospital el propio Ariel “manifestó que seis personas habían querido robarle el celular”, lo cual, aseguró Farall, está corroborado con el testimonio de la enfermera. Según Farall se trató de un ataque por error, en un lugar “donde hay una persona que vendía sustancias alucinógenas”. Luego de 17 allanamientos, se identificó y detuvo a Enrique Rojas Díaz, Máximo Zenteno, Eduardo Mamaní y un menor cuyo nombre se mantuvo en reserva. “Uno de ellos manifiesta que había estado en el lugar de los hechos con estas tres personas, y que había sido el autor del disparo”, afirmó la fiscal. En este link, suministrado por la oficina de prensa del Poder Judicial se puede escuchar la conferencia de prensa de la fiscal. http://www.elsubmarinojujuy.com.ar/policiales/14169-farall-el-movil-politico-no-ha-surgido-a-lo-largo-de-la-investigacion-del-crimen-de-ariel

En los tres episodios los muertos, los condenados y/o los imputados por el homicidio tenían militancia política o social, pero en ninguno de los expedientes hay elemento alguno que incrimine a Milagro Sala, a lo sumo a personas que el gobierno afirma integran la Túpac Amaru. Eso también queda claro en el informe de la Fiscalía de Estado de Jujuy al gobierno nacional, que le solicitó elementos para responder al pedido de informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ese texto identifica a los autores del homicidio de Condorí, en el que no intervino Milagro; dice que la UCR afirma que Velásquez había recibido amenazas de tupaqueros y reclama que se investigue su muerte y narra un incidente frente al Ministerio de Obras Públicas, en el que “le fisuraron el cráneo a Arias”. Pero lo datan en julio de 2006, es decir nueve meses antes de su muerte debida a la leucemia, como reconocieron sus seguidores.

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