“Si esto se comprueba, me retiro de la política”, fue la definición de Raúl Alfonsín en el 2000, cuando recién estalló el escándalo. Hasta el momento, el ex Presidente no ha anunciado su decisión de abandonar definitivamente la actividad política y –según dicen sus íntimos– no lo hará. Sin embargo, Alfonsín quedó golpeado luego de que Mario Pontaquarto contara con lujo de detalles el escándalo de las coimas.
“Está golpeado, porque el escándalo involucra a algunos dirigentes importantes”, aseguraban ayer cerca del caudillo radical. “(Fernando) de la Rúa y (José) Genoud están muy pegados. Pero lo que más lo inquieta es que haya involucrados que aún no se conocen, o que el rol de algunos hombres sea más importante de lo que se dice”, agregaban.
Ayer, Alfonsín viajó a Chascomús, donde permanecerá hasta después de Navidad. Aunque en marzo cumplirá 77 años, sigue en contacto con algunos dirigentes y tuvo cierta influencia en la reelección de Angel Rozas al frente de la UCR. Sin embargo, su actividad política ha disminuido. “El piensa que su último aporte importante fue sostener el gobierno de (Eduardo) Duhalde”, explicaba ayer uno de sus amigos. Y agregaba la interpretación que hace el ex Presidente sobre el escándalo de las coimas. “Está convencido de que esto alimenta los argumentos contra la política, y que los que terminan ganando son los intereses de la derecha”, concluía.