El empresario Lázaro Báez fue llevado ayer por segunda vez ante la Sala II de la Cámara Federal. El imputado amagó con aportar pruebas que sacar de la causa a Sebastián Casanello porque –según afirmó– lo vio en la quinta de Olivos cuando el juez estaba por reunirse con Cristina Kirchner. Producto de esas reuniones –dice el empresario– Casanello direcciona la causa en su perjuicio y no contra la ex presidenta. Báez estuvo 50 minutos exponiendo ante dos jueces de la Cámara, Martín Irurzun y Eduardo Farah, pero no aportó pruebas y ahora deben resolver si Casanello continúa a cargo del expediente. Todo indica que el juez será confirmado, que se rechazará la recusación presentada por Martín Báez, el hijo de Lázaro, pero que los camaristas también harán críticas a la investigación. “Yo imputé, procesé y detuve a Lázaro Báez. Por lo tanto me llamaría la atención que hable bien de mi”, dijo ayer Casanello en el encuentro con los periodistas. “Repito que no conozco la quinta de Olivos, que no estuve nunca con la ex presidenta y que nunca hablé con ella. Báez es un imputado y, a diferencia de lo que ocurre en el sistema norteamericano, no puede ser acusado de perjurio si miente”, concluyó el juez. En su declaración, el titular de Austral Construcciones fue muy vago. Dijo que estuvo en Olivos en septiembre de 2015, “un martes o un miércoles” y que allí vio a Casanello acompañado del entonces secretario general de la Presidencia, Eduardo Wado De Pedro. Casi de inmediato, el propio De Pedro le salió al cruce: “Es falso. Desmiento enfáticamente que dicha reunión haya existido, como lo hizo Cristina Kirchner oportunamente. No conozco ni tuve contacto alguno con Lázaro Báez”. En su momento, CFK también afirmó que nunca recibió a Casanello ni a ningún juez en la quinta de Olivos, que no conoce al magistrado, ni personalmente ni por teléfono. La Sala II de la Cámara Federal ya se tomó un mes para resolver la recusación presentada por Martín Báez. En ese interín hubo una audiencia de la Cámara con las partes y luego los camaristas recibieron dos veces al constructor. Nunca aportó datos.