El CEPA resalta dos casos de conflictividad que considera paradigmáticos para extraer conclusiones de la presente etapa. “En primer lugar, se constatan denuncias sindicales al accionar de las empresas paradójicamente beneficiadas por los aumentos de tarifas. Los reclamos del sindicato Luz y Fuerza por los 186 despidos producidos el 27 de julio en Lomas de Zamora se efectúan en el contexto de la discusión pública en torno al ‘tarifazo’ por parte de Edesur. Similar situación puede constatarse para trabajadores de empresas prestadoras de servicios de telefonía de Soeesit, quienes se manifestaron el 20 de julio por reapertura de paritarias y reclamaron que el incremento de las facturas de las empresas de telecomunicaciones en un 300 por ciento no se vio reflejado en mayores inversiones. En segundo lugar, cabe mencionar la represión en los ingenios Ledesma, el cual si bien constituyó el único caso represivo en conflictos laborales durante julio, sin dudas fue el preludio de distintos casos represivos durante el mes de agosto. Entre ellos pueden enumerarse la represión a jubilados en la Autopista Buenos Aires-La Plata el 16 de agosto, la represión en El Tabacal de Salta el día 24 de agosto –con trabajadores heridos de plomo–, la represión a piquete de la CTD Aníbal Verón que se llevó adelante el 23 de agosto y por último la represión policial en Mar del Plata previo al discurso de Mauricio Macri en dicha ciudad el 11 de agosto”.