EL PAíS
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El dueño de la agenda argentina
Los medios económicos franceses acusan a Jorge Neuss de haber organizado la ausencia del presidente Néstor Kirchner a la cena del Medef. En privado y públicamente, el establishment dice que fue quien instó al argentino a faltar al Medef y, a cambio, a reunirse con otros empresarios en el Senado francés. La bronca patronal activó una bomba de tiempo. Por razones que ni siquiera los diplomáticos argentinos logran elucidar, Neuss sobrevivió a todos los gobiernos y mantuvo su estatuto de “lobbysta local”. Pasaron Menem, De la Rúa, Duhalde y Kirchner, y Neuss siempre siguió en la brecha. La Embajada Argentina en París se desayunó con una sorpresa cuando tuvo que asistir casi de espectadora a la visita que realizó a Francia el vicepresidente Daniel Scioli. No eran ni el embajador ni sus consejeros quienes estaban al corriente de la agenda de Scioli sino Jorge Neuss. “Jorgito se encarga de todo”, fue la frase más escuchada en la capital francesa. El colmo de la confusión se alcanzó con la visita de Kirchner. Por falta de información, la Cancillería francesa no podía garantizar las citas del Presidente y los diplomáticos argentinos en París ni siquiera sabían muy bien con quién se encontraría Kirchner. Cuando se supo que el Presidente iba a una cena con empresarios en el Museo del Louvre –luego se hizo en el Senado– la lista de participantes resultó un enigma codificado. La Cancillería francesa manifestó su desagrado, la presidencia de la República hizo lo propio y los diplomáticos argentinos no sabían qué responder. Neuss surgió como el organizador de la cena ofrecida por el senador Dulver, miembro del grupo de Amistad Franco Latinoamericano. El embajador Archibaldo Lanús recomendó a la Casa Rosada que el Presidente no acudiera a la cena ya que el banquete estaba auspiciado por un “lobbista que antes trabajaba para Menem”.
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