EL PAíS
• SUBNOTA › EL DEBATE SINDICAL CON TOMADA Y DIRIGENTES
Unificar sí, la cosa es cómo
“Acá hubo ciertos sindicalistas que durante la década del 90 han hablado con tono dogmático de las mejores raíces del sindicalismo y su identidad con la doctrina de la justicia social.” El diputado del Polo Social Francisco “Barba” Gutiérrez, le ponía color al debate cuando desde el fondo de la sala se escuchó un coro de voces: “Nombralos Barba, nombrálos que sabemos quiénes son”. Pero antes de que Gutiérrez pudiera mencionar a alguien, los nombres retumbaron en todos los rincones del salón. “Barrionuevo traidor”, “West Ocampo ladrón”, “Cavalieri chorro”, se escuchó. Durante los 90 minutos que duraron las discusiones en la comisión sobre el papel del sindicalismo en el futuro inmediato del país, el clima de bronca contra “los gordos” estuvo bien presente.
En el panel estuvieron, además de Gutiérrez, el ministro de Trabajo Carlos Tomada; el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano; el secretario de las 62 Organizaciones, Jerónimo Venegas; y el secretario de la CTA, Edgardo De Petris. Y frente a ellos, cientos de trabajadores de Firestone, Carrefour y Cliba, que desde las cuatro de la tarde colmaron el salón “Blanco B” del predio de Parque Norte para participar en las discusiones sobre “El sindicalismo en la Argentina que viene”, uno de los foros más movidos del encuentro.
Hubo autocrítica, y mucho pase de factura a quienes dominaron el sindicalismo durante el menemismo, pero todos trataron de avanzar sobre los cursos de acción futuros. “Hay que dar un profundo debate para reconstruir nuestra fuerza con nuevas estrategias, y hay que unificar al movimiento sindical argentino”, dijo De Petris con tono enérgico, pero inmediatamente explicó que “la unidad no es una suma de aparatos ni de dirigentes, sino protagonismo de los trabajadores en la marcha del país”.
Moyano, de gafas, bajo el grito de “Y pegue Hugo, pegue”, avanzó por el mismo camino que De Petris cuando fue su turno, casi por pedido de los presentes que cantaban “Y ya lo ve, y ya lo ve, hay una sola la CGT”. Con el tema instalado, el líder de los camioneros señaló que “la unidad de la CGT es una necesidad, y creo que se va a dar, pero hay que analizar quién va a estar al frente”. Y enseguida aclaró: “Desde ya les digo que quien les habla ya quemó todos los cartuchos”. Pero no muchos aceptaron el renunciamiento. “Y pegue Hugo, pegue”, corearon una vez más.
El ministro Tomada también se sumó a la necesidad de que los sindicatos creen nuevas estrategias de representación y destacó la importancia y lo simbólico de que “en una fecha como el 11 de marzo esto se pueda discutir luego de que la Argentina ha vivido en los últimos 25 años la más importante ofensiva antisindical que conoció nuestro país”.
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