El presidente Néstor Kirchner subirá hoy a la noche al Tango 01 para realizar el tercer viaje a Estados Unidos en el año que lleva de gestión. En este caso se tratará de una gira privada, que tendrá como punto fuerte el reconocimiento que le hará el American Jewish Committee por su contribución a la investigación del atentado a la AMIA y el diálogo público que mantendrá en la New School University con el economista Paul Krugman, el catedrático y columnista de The New York Times que se convirtió en uno de los mayores polemistas contra los postulados del neoliberalismo y que hoy es un tenaz opositor a la gestión de George Bush. Al decir del embajador argentino en Estados Unidos, José Octavio Bordón, la gira de cuatro días combinará “crecimiento, democracia y derechos humanos”. La senadora y primera dama, Cristina Fernández, llegó hoy en una visita paralela que luego confluirá en Nueva York (ver recuadro).
La salida del Tango está prevista para las 22, por lo que llegará al aeropuerto JFK de Nueva York en la mañana del martes. La única actividad prevista para mañana es un encuentro con empresarios norteamericanos con inversiones en la Argentina. La reunión la preparó Bordón y se cuidó de armar una concurrencia –“pequeña pero representativa”– que tuviera en cuenta la fidelidad de las inversiones en el país. “Son los que se quedaron durante los años malos”, explicaban en la embajada argentina. Se supone que en el encuentro todo marchará sobre ruedas: los norteamericanos irán con la módica expectativa de que Kirchner les confirme los lineamientos de su estrategia económica, con acento en el crecimiento productivo.
El cierre de lo que se denomina el “Forum argentino” será la participación del miércoles de Kirchner en el Council of Americas, el ámbito creado por el banquero David Rockefeller para agrupar al establishment neoyorquino. La apertura será responsabilidad del canciller Rafael Bielsa, dando paso a tres paneles en donde se escuchará a analistas opinar sobre condiciones económicas, política doméstica e internacional y reinserción en el mercado de capitales. Finalizados los paneles, Kirchner hablará en el almuerzo en el Hotel Waldorf Astoria.
Por la tarde, el Presidente se trasladará a la New School University para el diálogo con Krugman. El encuentro se realizará en el marco del llamado “Observatorio argentino”, la misma institución que en la visita presidencial anterior organizó un diálogo con el premio Nobel de Economía y ex vicepresidente del Banco Mundial, Joseph Stiglitz. Krugman es profesor de la Universidad de Princeton y, en los últimos años –al igual que Stiglitz– se ha dedicado a criticar varios de los supuestos dogmas incuestionables del neoliberalismo. Y, sin ser ellos economistas de izquierda ni mucho menos, también se convirtieron en duros fiscales sobre el papel de los organismos financieros internacionales en el desempeño de los países en desarrollo.
Krugman, además, tiene la ventaja de haber seguido de cerca el caso argentino y de haber escrito sobre ello. Es de esperar, entonces, que Kirchner y el columnista de The New York Times coincidan sobre varios puntos de vista. Un punto de coincidencia seguro será la crítica a la política económica del menemismo y al tipo de cambio fijo.
Washington K
El jueves, la actividad se trasladará a Washington. Allí, Kirchner realizará su primera visita oficial como presidente al BID y a su titular, Enrique Iglesias.
Por la tarde, tendrá la 98ª cena del American Jewish Committee, el evento anual más importante que realiza la influyente comunidad judía de los Estados Unidos. Está prevista la concurrencia de unas 1600 personas, de las que Kirchner y el ministro de Seguridad Interior de Francia, Jean François Capé, están anunciadas como las principales figuras. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, está invitado perohasta anoche no estaba confirmada su presencia. En tanto, la secretaria de Seguridad, Condoleezza Rice, ya adelantó que no será de la partida.
La participación de Kirchner tendrá características especiales. Por un lado, será el primer presidente argentino invitado por el comité. Por el otro, Kirchner recibirá una distinción por los cambios realizados al sistema judicial argentino y por abrir los archivos de la SIDE para facilitar el avance de la investigación del atentado a la AMIA. “Es un hito, generalmente esos archivos se abren después de muchísimos años”, explicó a Página/12 un dirigente del organismo.
Justamente, no es casual, en julio se cumplirán diez años del ataque a la sede de la mutual judía. La comunidad quiere reconocer públicamente esas decisiones de Kirchner obsequiándole una escultura con la leyenda “Justicia, justicia perseguirás”.
Debido a la poca información que obtenían de parte de la embajada argentina, en el comité judío no sabían cómo organizar la mesa que va a ocupar Kirchner. Básicamente, no les informaban quiénes formarían parte de la comitiva presidencial. En la Rosada sostenían que la integrarán Bielsa; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; el gobernador de San Juan, José Luis Gioja –quien participará de un panel en el Council of Americas–, y los legisladores Ramón Puerta y Jorge Argüello.
De la misma forma, muy K, tampoco se conocía el horario exacto de la vuelta. Lo más probable es que el Tango despegue el viernes temprano de Washington y llegue aquí por la noche.