Por I. H.

- Aún es un misterio qué hará el tribunal que juzga a María Julia con tanta información acerca de los sobresueldos. La propia Alsogaray atribuye 622 mil dólares de su aumento patrimonial al cobro de fondos reservados en base a una ley secreta, pero la fiscalía que la llevó a juicio sostuvo que la ingeniera nunca recibió ese dinero y que, además, no le correspondía (era para seguridad). ¿Dirán los jueces que ese cobro era ilegal? ¿Cuestionarán su existencia? ¿Qué harán con todos los funcionarios que dicen que cobraron sobresueldos? Son puntos claves.
- María Julia también dice que cobró 500 mil dólares de honorarios de Astilleros Alianza, pero en el juicio se evalúa si ese pago realmente existió. Ayer declaró Ricardo de Miguel, un hombre clave de la tesorería del astillero, quien aseguró que él nunca asentó un pago a la ingeniera ni la recepción de un crédito para saldarlo. Cuando le mostraron los libros contables constató que había una anotación que atribuyó a la síndica Hilda Gutiérrez. Por lo demás, dijo “no recuerdo” una veintena de veces.
- También declaró Susana Ponte de Lanza, que fue secretaria de Granillo en Justicia y lo sigue asistiendo. Con estilo Morticia y a la defensiva, dijo que desconoce el pago de sobresueldos y que Martínez Medina haya ido a retirarlos. El recibo de sueldo de Granillo, precisó, “rondaba los 10 mil pesos”. Admitó, con algunas incogruencias, que él la mandaba pagar gastos suculentos como cuotas de los departamentos adquiridos para sus tres hijos en la calle Libertad, de unos 1000 pesos cada una.