EL PAíS
• SUBNOTA › DE QUE ACUSAN A ALGUNOS DE LOS AGENTES EXPULSADOS DE LA FUERZA
Tortura, secuestro, robo, violación
Entre los policías echados de la Bonaerense figuran los acusados por el asesinato de Andrea Viera, quien fue detenida en la comisaría primera de Florencio Varela, el 10 de mayo de 2002, por “averiguación de antecedentes” luego de un tiroteo en el que fue herido un policía y en el cual la mujer no había tenido ninguna participación. En el largo listado de sanciones hay también imputados por una variedad de delitos graves que pasan por el homicidio, las violaciones, las torturas, la falsificación de dinero, las coimas, el robo de ganado y la participación en fugas de presos que estaban en comisarías. Por si fuera poco, y en forma paralela al anuncio del ministro de Seguridad, León Arslanian, se informó sobre el relevo de todo el personal de guardia de la comisaría de Claypole, en el partido de Almirante Brown, bajo la sospecha de haber sometido a apremios ilegales a un grupo de jóvenes. Entre los sancionados figura el titular de la comisaría, Favio Perrone, y dos oficiales.
Al citar algunos casos concretos que motivaron esta nueva purga en la policía, el ministro Arslanian mencionó el de “cinco policías que detuvieron a una pareja por averiguación de antecedentes y sometieron a torturas a ambos en sede policial, hecho que produjo la muerte de la mujer”. Es lo que le ocurrió a Andrea Viera, quien murió doce días después de su detención en la calle, cuando esperaba el colectivo, sin haberse enterado siquiera de la existencia del tiroteo en que murió un policía el 10 de mayo de 2002.
Después de algunas trabas en la investigación, el fiscal de Quilmes Claudio Pelayo elevó la causa al tribunal oral en julio de 2003. En la audiencia, que todavía no tiene fecha de iniciación, están acusados los policías Marta Jorgelina Oviedo, David Gutiérrez, Carlos Maidana y Carlos Farías. Todos serán juzgados por “torturas seguidas de muerte”. Un quinto policía de la misma seccional, Diego Herrera, responderá al cargo de “omisión de denuncia”.
Aunque en este caso no fue posible determinar el nombre del imputado, Arslanian relató el caso de “un funcionario policial que mediante amenazas con su arma reglamentaria robó dinero a dos mujeres y las obligó a mantener relaciones sexuales”. Otro de los expulsados, cuando estaba franco de servicio y vestido de civil, realizó una serie de disparos “sin ningún motivo, utilizando su arma reglamentaria, y mató a un menor de 10 años”. Un tercer caso es el de “dos policías que detuvieron a tres jóvenes con el objeto de robarles el dinero”. En el mismo hecho balearon a uno de los chicos “quien sufrió heridas de suma gravedad”.
También se sancionó a varios policías que “favorecieron la evasión de peligrosos delincuentes, lo que después originó una toma de rehenes y un homicidio”. Otros de los echados fueron “dos policías que formaban una banda que producía informes falsos para limpiar los antecedentes de automotores robados”. En otro de los sumarios se investiga a una banda policial dedicada a hacer circular “dinero falso”. Un policía fue preso por tener un auto robado, otros por recibir coimas periódicas por parte del encargado de “una agencia de acompañantes” y otros dos hicieron “un procedimiento sin autorización en la zona rural y mediante extorsiones se apropiaron de ganado sin marca al que luego vendieron en su beneficio”.
En forma paralela, la Jefatura Departamental de Lomas de Zamora hizo saber ayer que fue relevado del cargo su titular, el subcomisario Fabio Perrone, otros dos oficiales y tres suboficiales, sumando una mancha más a la Policía Bonaerense. El jefe Departamental, comisario mayor Héctor Iglesia, tomó la medida por la denuncia sobre apremios ilegales que realizaron los familiares de cuatro adolescentes detenidos en la comisaría de Claypole. “La actitud asumida (...) se condice con las directivas emanadas (...) desde el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires a efectos de establecer la conducta de todo personal que se vea involucrado en hechos de estas características.” El cargo que dejó el subcomisario Perrone fue ocupado por el subcomisario Andrés Janssens. Unmédico comprobó el viernes las lesiones sufridas por los cuatro chicos, que tienen entre 16 y 17 años.
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