Como consecuencia de la fuerte caída de la actividad económica la recaudación tributaria no se recupera. Con ingresos fiscales de 3076,7 millones de pesos, marzo registró, contra igual mes de 2001, una caída del 7,4 por ciento. La baja generó optimismo en los técnicos de la AFIP, que la interpretaron como una “desaceleración de la caída”. Pero si la merma no superó los dos dígitos se explica en realidad por factores extraordinarios. Entre ellos, la existencia de 313 millones por el impuesto al cheque, 131 millones por la última moratoria y 98 millones por retenciones a las exportaciones. Para no referirse a la caída de la actividad, el director de la AFIP, Alberto Abad, prefirió explicaciones más triviales. Entre los factores que influyeron negativamente en la recaudación el funcionario destacó la existencia de “3 días hábiles menos”, las exenciones para las firmas incluidas en planes de competitividad, la baja del impuesto a los intereses y la utilización como pago a cuenta del IVA de lo pagado por determinados sectores como impuesto al gasoil o contribuciones patronales. Los guarismos más vinculados con el nivel de actividad muestran en cambio caídas de más del 20 por ciento. El IVA DGI, por ejemplo cayó el 25,7 por ciento. No obstante, debe reconocerse que parte de esta merma fue absorbida por la posibilidad de descargarlo del impuesto al cheque. Como podía preverse, el único rubro con resultados positivos fue el Comercio Exterior, fundamentalmente por los 98 millones de retenciones.