–Usted viene de la militancia gremial y su ingreso al bloque de ARI es su primera experiencia estrictamente política. ¿Está conforme?
–Sí, estoy muy conforme. Con los compañeros tenemos una buena relación, crecientemente consolidada. Cada uno tiene su especialidad y sus temas, pero creo que en general es un bloque integrado. Pasaron sólo tres meses, porque durante febrero prácticamente no hubo actividad. Y a pesar de que el Congreso funciona a media máquina fuimos encontrando un lugar como bloque.
–¿Cómo es la mecánica de funcionamiento sin el liderazgo de Carrió?
–Muy buena. La ausencia de Carrió se nota, obviamente. Pero la manera de suplirla es buscar el consenso interno, cosa que se hace permanentemente. Hay un buen nivel de discusión, y a veces diferencias, pero hemos ido encontrando una identidad propia. Parecía difícil, porque Carrió era la articuladora natural, pero creo que lo logramos. Yo, particularmente, estoy contenta con los temas que estoy trabajando.
–¿Qué temas?
–El primero es educación. Estamos trabajando un proyecto de ley de continuidad del Fondo de Incentivo Docente. Además, estamos diseñando un proyecto de financiamiento educativo, conversando con el sindicato, y una ley de educación ambiental. También soy vice de la Comisión de Recursos Naturales. Es complicadísimno, porque muchos gobiernos provinciales, yo diría que la mayoría, se niegan a respetar las pocas leyes de regulación del medio ambiente que existen. No están reglamentadas y cada uno hace lo que quiere. Lo que pasa con la minería es terrible. La decisión de cederles a las provincias la explotación de sus recursos minerales generó un desastre. No hay control por parte de los gobiernos provinciales, y así se usa cianuro, o se deja sin agua a poblaciones aborígenes.
–La actividad legislativa tiene su mecánica y sus códigos. ¿Cómo se lleva con eso?
–Bien, me estoy adaptando. Esta cámara es un elefante en muchos aspectos, está muy condicionada por las disputas internas del bloque mayoritario. Nosotros somos un bloque chico, de diez diputados. Cada uno tiene que ir a cuatro o cinco comisiones y a veces es difícil incidir en los resultados, pero igual creo que se pueden hacer cosas.
–Su llegada a la cámara generaba muchas expectativas, sobre todo ante la ausencia de Carrió. Sin embargo, desde su asunción como diputada mantuvo un bajo perfil. ¿Es a propósito?
–Cuando estaba en Ctera tenía el lugar de máxima responsabilidad y por eso me llamaban los medios. Ahora, en cambio, no soy ni la presidenta del bloque ni del partido, y entonces es natural que los medios me busquen menos. Pero además creo que a veces se puede trabajar mejor de este modo.
–¿Está integrada plenamente al ARI?
–Por supuesto.
–¿Va a ser candidata a senadora?
–Sé que hay algunos compañeros que hablan de eso, pero todavía falta mucho y no es momento de hablar de candidaturas.