EL PAíS
• SUBNOTA › REPORTAJE A ALI, MINUTOS ANTES DE QUE RECOBRE LA LIBERTAD
“Lamento no haber estado luchando”
› Por Laura Vales
Emilio Alí estaba más que nervioso. Si bien la novedad era casi un hecho, cuando logró conversar con Página/12 aún no se habían completado los trámites para sulibertad. El piquetero que en minutos más volvería a la calle después de dos años de prisión venció sus propios nervios para hablar de la cárcel, la Justicia y sus planes de ahora en más.
–¿Qué fue lo más difícil de estos casi dos años en prisión?
–Lamento no haber estado con la gente que más quería y con los compañeros, luchando en la calle por lo que uno necesita. El hecho de tener una fuente laboral, un trabajo donde se garantice el bienestar de su familia. Eso es lo más jodido que uno piensa todos los días, y por otro lado estoy contento porque los compañeros D’Elía y Alderete junto con la CTA y muchos compañeros pusieron lo mejor de sí para que yo salga.
–¿Hubo algún momento especialmente duro?
–Las fiestas, la navidad. Y el 19 y 20 de diciembre, que uno deseaba estar en la calle luchando, viendo como la gente salía a luchar en contra de un gobierno que lo único que garantizaba era más ajuste y más ajuste y palo para aquellos que salíamos a luchar, y la causa que me hicieron a mi.
–¿Y ahora?
–Lo primero que quiero hacer es encontrarme con todos los compañeros que pelearon por mi libertad y apostaron a que no se condene la lucha social y que se defina de una vez por todas que nosotros no somos los que cometemos ningún delito sino que realmente los que salimos a peticionar es lo que el Estado no garantiza para nosotros, es decir la salud, la vivienda, la educación.
–¿Cómo seguía lo que iba pasando afuera?
–A través de información de los compañeros, de los diarios que me alcanzaban y miraba un poco la televisión.
–¿Tiene noción de que se fue convirtiendo en un símbolo?
–Sí, un poco. Creo que si me convertí en un símbolo fue porque los compañeros lo hicieron así. Los compañeros D’Elía y Alderete y de la CTA y muchos que ni me conocen han salido a hacer piquetes a lo largo y a lo ancho del país porque sabían que era una injusticia. Uno sale a pedir un poco de alimento –ya que el Estado no garantiza una fuente laboral– a un supermercado y lo condenan a cinco años y seis meses por eso.
–¿En qué usaba el tiempo acá dentro?
–Leía poco, estaba de cocinero acá. En Batán hacía las sillas para los comedores de las escuelas carenciadas.
–¿Modificó este año largo en prisión su forma de ver la política?
–Creo que no, que confirmó más mis ideas sobre que el único camino es seguir luchando, poniendo confianza en los dirigentes que hay ahora y meterle para adelante. Porque la única salida que tenemos es luchar por la vía pasiva para peticionar por lo nuestro, el derecho que tenemos al bienestar.
–El nuevo fallo de la Justicia, con su pena excarcelable, indica que no debería haber estado preso. ¿Va a iniciar acciones contra el tribunal oral que lo condenó?
–Lo vamos a ver más adelante porque sería impreciso hacerlo ahora. Además, los abogados de la CTA dirán cuáles son los pasos a seguir, y después vamos a seguir en la lucha con los compañeros.
–¿Cómo fue el día de hoy y la espera de la notificación por su libertad?
–Anoche (por antenoche) no pude dormir, estaba esperando este día, sabía que algo hoy se tenía que decidir, que en la fuerza de los compañeros que hubo la semana pasada en el piquetazo nacional por mi libertad se definían muchas cosas. Yo tenía la seguridad en los compañeros que estaban en la calle; alguna vía de solución íbamos a tener. A la una del mediodía me llamó un compañero de la CTA y me dijo que había una cierta seguridad de que quedaría en libertad. Y uno se empieza a poner un poco impaciente por toda esta situación después de dos años de estarprivado de su libertad injustamente, uno espera cuanto antes que se termine esta situación. Traté de no guiarme mucho por la información de los medios sino de escuchar qué me iban diciendo los compañeros, porque muchas veces se dijo en otros momentos que ya me iba y eso no sucedía. Pero siempre pensé que podía salir en libertad con la solidaridad y la lucha de todos.
–¿Va a volver a vivir a Mar del Plata?
–Mi idea es ésa, pero quien va a decidir mi lugar va a ser la gente. Me gustaría que la gente decida donde quiere que esté, yo me pongo a disposición de la gente, donde sea necesario. La cuestión es que sigamos luchando por un bienestar común.
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