Por M. G.

Dos apellidos importantísimos en la estructura actual de la Gendarmería coinciden con dos apellidos que aparecen en testimonios relacionados con las atrocidades del campo de concentración La Perla, en Córdoba, en los primeros años de la dictadura militar: Farías y Della Gaspera.
Carlos Omar Farías es comandante mayor y jefe de Asuntos Internos. Depende del director de Personal, Oscar Virgilio Traballoni.
Enrique Della Gaspera es el actual director de Logística.
Un Farías y un Della Gaspera tienen legajo abierto por la investigación de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas.
Un testimonio en poder de este diario, al que puede acceder con facilidad cualquier funcionario del Poder Ejecutivo Nacional, dice que en La Perla operaban como jefes de operativos “el primer alferez Della Gaspera y el alférez Farías, todos de la Escuela de Suboficiales de Jesús María”.
Otro testimonio dice que un día se escucharon tiros cerca de la Escuela de Suboficiales. Un oficial informó que enviaría un camión a reforzar la guardia por una presunta incursión guerrillera. A la media hora el camión volvió. El alférez Farías tenía el uniforme sucio, pero no dijo qué misión había cumplido. En cambio un gendarme de apellido Pérez sí informó que habían realizado un simulacro de fuga para matar a un grupo de guerrilleros presos. Incluso relató que un alférez de apellido Montes de Oca trataba de enterrar una mano con su pie, para cubrirla de tierra.
Farías y Della Gaspera pueden ser los mismos Carlos Farías y Enrique Della Gaspera de hoy. O pueden ser homónimos. Para despejar dudas, basta con analizar sus destinos y cotejar la información con otros compañeros de carrera de antes y de ahora.
Si Campagnoli, Rodríguez Varela o Zarabozo se tomaran el trabajo de analizar los legajos, también podrían chequear si es cierto que el director de Gendarmería, Eduardo González, tiene o tuvo hasta hace poco tiempo como asesor a un comandante mayor retirado de apellido Lafuente o De la Fuente. En ese caso también podrían pesquisar qué relación tiene el supuesto asesor con el Lafuente procesado por el juez español Baltasar Garzón por haber sido “coordinador policial de todos los campos clandestinos de detención de Tucumán y oficial de enlace de la quinta brigada del Ejército”.