EL PAíS
• SUBNOTA › DESDE CHILE, CARLOS MENEM SE SIENTE “UN PERSEGUIDO”
Repitiendo el mismo libreto
Habla y habla, pero siempre dice lo mismo. Es Carlos Menem, quien una vez más afirmó ser un “perseguido político”, además de insistir en que las causas en las cuales se pidió su captura “son inventos” y que “no hay ningún tipo de delito” que se le pueda imputar. El ex presidente volvió a atribuir la supuesta campaña de la que dice ser víctima al actual gobierno y reiteró que en la Argentina “no hay estado de derecho, hay democracia un tanto totalitaria”.
“Lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo. Esta no es una cuestión jurídica, al menos en mi país, sino que es una cuestión política. Creo que los pedidos de extradición y de captura a nivel internacional no tienen ningún fundamento ni en la legislación argentina y menos en la chilena, donde los miembros de la Corte Suprema fallaron de acuerdo con lo que pienso que correspondía”, declaró Menem.
Otra vez en el papel de víctima, el ex presidente habló de “odio” y “envidia”, dos términos a los que ha echado mano en forma sistemática desde que los jueces Norberto Oyarbide y Jorge Urso avanzaron con las investigaciones judiciales que lo tienen por protagonista y lo convocaron a dar cuenta de sus acciones en los tribunales. En esa línea, Menem no descartó que aun cuando la Corte Suprema de Chile ya rechazó los pedidos de extradición que cursaron para que fuera trasladado a Buenos Aires, ambos magistrados insistan con solicitudes similares. “Todo es posible. Cuando se trata de cuestiones que pasan, más que por la ley, por la cuestión personal y por el odio, o la envidia, cualquier cosa puede ocurrir”, manifestó.
Menem aseguró no tener “miedo” de regresar a la Argentina, pero quedó claro que la vuelta no está en sus planes. “No se trata de eso (sino que) no son causas, son inventos, no hay ningún tipo de delito”, sostuvo el ex mandatario y recordó “el antecedente de 2001, cuando uno de estos jueces me detuvo y la Corte (Suprema de Justicia) falló que no existía delito”, en referencia al arresto que entonces le impuso Urso por considerarlo jefe de la asociación ilícita que actuó en el contrabando de armas a Ecuador y Croacia. También expresó que, “en todo caso, esperaría que vengan aquí los jueces a indagarme. Mientras tanto, me voy a atener a lo que dispongan mis abogados en Argentina y en Chile”.
Además de definirse nuevamente como un “perseguido político”, Menem volvió a arremeter contra el gobierno de Néstor Kirchner y lo calificó de “totalitario”. Añadió que en la Argentina “no hay estado de derecho, hay democracia un tanto totalitaria. Uno ojea los diarios y periodistas y medios están siendo perseguidos por el gobierno actual”.
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