CARLOS REUTEMANN
Integró el lote minoritario de los que reclamaban elecciones. Sin embargo, estuvo a punto de ser premiado. Un grupo de gobernadores –encabezados por el pampeano Marín– lo impulsó ayer para hacerse cargo de la presidencia. El propio Duhalde se lo ofreció. Pero desistió. Aún así quedó mejor parado que al conocer el gabinete de Rodríguez Saá. El puntano lo había blasfemado incorporando a José María Vernet y Víctor Reviglio, sus archienemigos provinciales. Quizás Duhalde lo endulce importando a hombres de su confianza (¿Obeid? ¿Lamberto?) para la Casa Rosada.

NESTOR KIRCHNER .
Quedó pegado a De la Sota en el reclamo de elecciones. Y fue aún más duro que el cordobés al denunciar un Pacto de Olivos II. Sospechaba de un contubernio para prorrogar el mandato de Rodríguez Saá. La renuncia del puntano y la irrupción de Duhalde en escena lo dejó trastabillando. De hecho, fue el primer gobernador que lo apoyó en la campaña presidencial del ‘99. Por eso abruptamente frenó la embestida y se prestó al diálogo. El premio no tardó en llegar. Le ofrecieron la Jefatura de Gabinete. Y también un cargo para su mujer, la senadora Cristina Fernández de Kirchner.