El Presidente se considera más generoso que su ministro Roberto Lavagna, según suele decirlo a sus allegados. “Me encanta discutir de economía con él”, asegura. Eso no significa que no lo defienda si hace falta. En una charla que mantuvo con sus colaboradores en el vuelo a Tarija, Kirchner sostuvo que Lavagna no había hecho las declaraciones que ayer publicaron algunos diarios acerca de que los desórdenes podrían afectar la economía. “Lavagna me dijo que no había sido el tono y que no dijo lo que se publicó; yo le creo”, dijo Kirchner a sus íntimos. Y como la economía es una de sus obsesiones, arremetió con la discusión sobre la posibilidad de aumentar salarios, tal como lo pidió la CGT en su visita a la Rosada. Funcionarios del gobierno dicen que el Presidente no descarta que en un corto plazo se produzcan esos aumentos, pero lo dice de una manera un tanto oblicua. “Es tan extemporáneo hablar de aumento de salarios como no hablar de ello”, dicen que dijo Kirchner. “Tenemos que lograr que la gente consuma más y que gaste más. Para eso debemos hacer que la economía crezca”, remató.