EL PAíS
• SUBNOTA › DOCUMENTO SINGH: TAREA PARA EL HOGAR PARA RECIBIR EL PAQUETE
Si no estaba claro, ahora está clarísimo
› Por Alfredo Zaiat
“Observaciones preliminares sobre la función del FMI en Argentina. Conferencia de prensa, Buenos Aires, 10 de abril de 2002”, reza el encabezado del documento que se distribuyó a los periodistas al finalizar del encuentro con Anoop Singh. Previamente, el delegado del Fondo se ocupó de leerlo íntegramente antes de pasar a las preguntas. No deja de sorprender a su lectura que muchos de los conceptos de ese documento son los mismos que se apropiaron como suyos Eduardo Duhalde y todo aquel funcionario del gobierno que hable de las negociaciones con el FMI. Por caso la frase que “sería muy difícil, y decididamente mucho más penoso para la población del país, tratar de corregir la situación actual sin el firme respaldo de la comunidad internacional. Para ello es esencial un programa respaldado por el FMI”, advirtió, casi como amenaza, Singh. Antes, lo mismo había dicho Duhalde.
Singh se interesó en remarcar que “para tratar de entender todas las implicaciones de las dificultades actuales, nuestra misión se ha comunicado con un sector muy amplio de la comunidad”.
En ese documento se detallan las tareas a realizar para alcanzar el acuerdo con el FMI. Las principales son las siguientes:
- “Como primer paso es fundamental restablecer la confianza dentro del país, y quizá los más importante en el sistema bancario”.
- “Cuatro son las bases de un programa económico integral”.
1) La política fiscal. “Los gobiernos provinciales así como el gobierno federal han incrementado el gasto a un nivel que ya no es posible financiar de manera ordenada. Tampoco es viable la opción de recurrir al financiamiento del Banco Central por la vía de la inflación o a otras formas de financiamiento desordenado, como la emisión de bonos provinciales o el incumplimiento de los pagos de la deuda”. El pacto fiscal con las provincias “es un primer paso”, y ahora el Fondo está esperando “la celebración de acuerdos con cada una de las provincias para garantizar la plena aplicación de dicho pacto”.
2) La política monetaria. Esta debe ser “sólida orientada a evitar que aumente la inflación. Para cumplir con esa tarea, el Banco Central debe limitar estrictamente el crecimiento de su propio crédito y establecer tasas de interés de referencia que permitan a los depositantes recibir tasas positivas en términos reales”.
3) Restablecer la confianza en el sistema bancario. “En todas partes oímos resentimientos contra el corralito. Debería volver la confianza creándose las condiciones que permitan levantar de manera paulatina y ordenada las restricciones a los depósitos”. “Otro problema es la recapitalización del sistema bancario”.
4) Crear incentivos que restablezcan la confianza de los inversionistas extranjeros. Singh precisó, además, la necesidad de estimular “la reestructuración de las empresas” y la resolución de “las dificultades de las empresas privatizadas de servicios públicos”. “No nos cabe duda de que la comunidad internacional –los mercados y los acreedores privados– deben ser parte de la solución para revitalizar la inversión y el crecimiento en Argentina.”
Respecto de esto último, el documento de Singh advierte que “en estas circunstancias, una de las necesidades críticas es que Argentina tenga un régimen internacionalmente reconocido en materia de quiebras. La ley vigente no lo establece, y no se podría esperar que la comunidad internacional respalde a Argentina sin la pronta adopción de un marco que equilibre debidamente los intereses de los acreedores y los deudores”. También se reclama un tratamiento equitativo, entre acreedores locales y extranjeros, en la renegociación de la deuda: “Se trata de una premisa fundamental de toda reestructuración de la deuda soberana y, sin la fiel aplicación de este principio, sería muy difícil ganarse la confianza y elrespaldo de los inversionistas extranjeros”. Y, finalmente, Singh indicó que “sería necesario emprender reformas de otras disposiciones jurídicas que inhiben la participación de la comunidad internacional, como la ley de subversión económica”.
¡Flor de presión!, por si no quedó claro a quienes defiende el Fondo. Y para que le esperanza de la dupla Duhalde–Remes no se evapore, Singh aconsejó que “el Gobierno tendrá que ultimar los detalles del programa en todos los aspectos mencionados. Si hay avances satisfactorio, regresaremos para tratar de concluir la formulación de un programa que pueda recibir el respaldo de la comunidad internacional”. Palabra del indio.
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