Por H. V.

El viernes 23, Beliz dijo en una entrevista que la Secretaría de Inteligencia no había informado sobre la posibilidad de incidentes violentos en torno de la Legislatura. Por teléfono desde Caracas, Kirchner le pidió a Héctor Icazuriaga que no respondiera. La idea de que una mafia había puesto a Beliz en la mira rozó la ofensa al resto del gobierno. De no ser por la directiva presidencial, Icazuriaga hubiera divulgado el parte de la Secretaría de Inteligencia que dos funcionarios de la Secretaría de Seguridad recibieron a las seis de la mañana del viernes 16. Se trataba del mapa nacional de conflictividad social, que todos los días la SI distribuye a 22 ministerios y reparticiones federales. En la primera página se señalaba el riesgo de problemas en la Ciudad Autónoma. En la segunda, bajo el título “Hechos y protagonistas relevantes” advertía sobre la posibilidad de incidentes en ocasión de la protesta programada sobre la Legislatura porteña ante la insatisfactoria respuesta obtenida por quienes se oponían a la sanción del nuevo Código que, en consecuencia “recurren a modalidades confontativas”. Mencionaba a algunos grupos de la paleoizquierda, vendedores ambulantes y travestis. Según el parte de inteligencia “podrán ocurrir hechos de disturbios” y recordaba los sucedidos “en ocasión de la aprobación en general” del Código.