“La relación de Chile con la Argentina es más que gas, es más que un artículo y por lo tanto quisiera decirles que se mantiene exactamente en el nivel que debe estar”, afirmó ayer el presidente chileno Ricardo Lagos. Así buscó poner punto final a la controversia que generó su decisión de designar como canciller de ese país a Ignacio Walker, quien meses atrás calificó al peronismo como un movimiento autoritario y fascistoide. El nombramiento de Walker provocó un profundo malestar en la Casa Rosada, al punto de que Néstor Kirchner mantiene suspendido el viaje que tenía previsto hacer a Chile a fines de noviembre. Walker, quien pidió disculpas por sus afirmaciones, sostuvo por su parte que “las relaciones están bien” y que “lo que corresponde ahora es mirar adelante y seguir trabajando sobre este camino forjado en los últimos años”. “Estoy absolutamente confiado en que vamos a avanzar fuertemente en estrechar esos vínculos”, agregó.