La escena pudo haber tenido el mismo final de siempre, pero aunque costó arrancarle el “sí, acepto”, el Presidente lo convenció. José “Pepe” Nun –consciente de que su interlocutor es un verdadero animal político– escuchaba a Néstor Kirchner que le reprochaba: “Tantas veces me dijiste no que no acepto otro no”. Nun, que ya había rechazado una embajada y la dirección de la Biblioteca Nacional, pensó que ser secretario de Cultura de la Nación era más tentador, y dijo “sí”. El abogado y politólogo, que nació en Buenos Aires en 1936, se recibió con diploma de honor en la Universidad Buenos Aires en 1962. Las coincidencias con su antecesor, Torcuato Di Tella, resultan significativas: ambos proceden del campo de las ciencias sociales y tienen una prestigiosa trayectoria académica (Nun, como politólogo; Di Tella, como sociólogo) y son o (eran, en el caso del ex secretario de Cultura) hombres de confianza y consulta permanente del Presidente. Nun integró la comitiva presidencial –invitado por Kirchner– que viajó a Venezuela en febrero.
Los perfiles se acercan, pero lo que probablemente marque la diferencia es el estilo. El sociólogo es un excéntrico, un provocador que dice lo que piensa sin ponderar ni el cómo ni el dónde lo dice. Si su batalla fue colocar la cultura en el corazón de la polémica, lo consiguió, aunque los debates hayan caído demasiado pronto en la superficialidad. El politólogo, en cambio, se muestra como un intelectual moderado, de perfil bajo. Nun dirige, desde 1998, el Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de General San Martín (UNSAM), es investigador principal del Conicet desde 1985 y director de la flamante colección de libros Claves para Todos, que incluye una obra de Di Tella y es editado por Capital Intelectual, empresa que casualmente edita la revista TXT, que difundió las famosas declaraciones del ex secretario de Cultura. Consejero actual de la Biblioteca Nacional, entre los numerosos libros que ha publicado en la Argentina y en otros países se destacan Democracia: el gobierno de la gente o el gobierno de los políticos y El proceso democrático en Argentina.
Aunque se tomará su tiempo para dar a conocer su equipo y el plan que implementará como secretario de Cultura, Nun anticipó su deseo de que continúen el director y el vicedirector de la Biblioteca Nacional, Elvio Vitali y Horacio González, y su voluntad de resolver, lo antes posible, la acefalía del Fondo Nacional de las Artes. Nun, quien supo simpatizar con el Frepaso y estuvo cerca de Elisa Carrió, sabe que la trayectoria intelectual es una condición necesaria pero no suficiente para garantizar una gestión eficaz y sin sobresaltos: tiene a mano el ejemplo de su amigo Di Tella.