EL PAíS
• SUBNOTA › JUECES FEDERALES ENOJADOS CON EL GOBIERNO
La resaca del apoyo a D’Elía
› Por Irina Hauser
“La gente del Gobierno sabe que tarde o temprano va a tener que venir a sentarse acá, delante nuestro, por mil razones. Entonces hacen lo de siempre: buscan condicionarnos con amenazas de juicio político.” Lo dice, apoltronado en su despacho, un juez federal. Es uno de los viejos, de los nombrados por el menemismo. Pero no está solo. La queja se reproduce entre otros magistrados, incluso algunos nombrados por Néstor Kirchner. Uno de ellos agrega: “Parece que ahora el que pide una indagatoria, como (Jorge) Urso a Luis D’Elía, tiene que atenerse a que pueden echarlo. Es de locos”.
El lunes, un grupo de dirigentes kirchneristas que incluía al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y a varios legisladores, anunció que impulsará el juicio político de Urso por pedir la detención y el desafuero como diputado del dirigente piquetero D’Elía en la causa sobre la toma de la comisaría 24ª “sin haberlo oído y con propósitos que distorsionan la realidad de los hechos”. Esto fue lo que desencadenó la reacción de varios jueces federales, el fuero que investiga al poder político. Ayer se sumó el pedido de remoción contra Claudio Bonadío.
No todos los magistrados salieron abiertamente en resguardo de sus colegas, sino más bien en defensa propia. Incluso a Urso, hay quienes lo critican porque consideran que “sobreactúa”. “Quizás exagera y hace su juego porque hace mucho que circulan rumores de que el Gobierno lo tiene en la mira. Pero el oficialismo también sobreactúa para presionar”, dijo un juez con despacho en el cuarto piso del edificio de Comodoro Py.
Página/12 consultó a cinco magistrados que coincidieron en gruñidos y reflexiones teñidos de un aire corporativo:
- “El mensaje del Gobierno es bien clarito: no se metan con ninguno de nosotros o las van a pagar.” Este comentario suele venir acompañado de una enumeración de otros expedientes contra el staff oficial que ya circulan por los Tribunales de Retiro, entre ellos el que apunta al patrimonio de los Kirchner y al dinero de las regalías petroleras de Santa Cruz depositado en Suiza.
- “Esto es histórico. Siempre los gobiernos tratan de llevarse puesto a algún juez federal.”
- “La sensación que queda es que por pedir una indagatoria cualquiera puede ir a juicio político. Otra vez se convierten las decisiones de los jueces en una causal de destitución, lo que es cuestionable.”
- Cierto desdén hacia los fiscales José María Campagnoli y Norberto Quantín, a quienes Urso quiere indagar, también encolumna a varios jueces.
- “Hay una operación política para proteger a D’Elía y torcerle el brazo a Urso, es como una amenaza. Si quieren perdonar a un militante popular, que lo indulten.”
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