En calesitas, correos o escuelas, durante el feriado bancario, las jubilaciones y las pensiones se pagaron en los lugares más insólitos, dependiendo de la imaginación de los funcionarios y de las necesidades de la gente. En el Banco Ciudad, no obstante, anunciaron que pudieron cumplir en todas sus sucursales, y no fue necesario derivar a los beneficiarios a otros lugares. Las filiales con más afluencia de público fueron las ubicadas en Palermo Viejo, Balvanera, Liniers, Parque Patricios, Recoleta, Flores, Once y Villa Urquiza. El único problema que se advirtió tuvo que ver con algunas demoras en el arribo de los camiones de caudales, que tardaron de más para evitar ser interceptados por los oficiales de justicia que intentaron secuestrar el dinero atrapado en el corralito.