–El ministro de Salud consideró que había que poner educación sexual desde la primaria. ¿Usted qué opina?
–Están los temas de educación sexual en la primaria, y están en la secundaria, pero el tema es cómo se implementa en cada jurisdicción.
–Una cosa es que estén y otra cosa es lo que pasa en el aula y por qué la Iglesia se pone tan temerosa cuando se habla de estos temas. ¿El Estado no tiene que tener una actitud más activa?
–El Estado tiene que tener una actitud más activa. Lo que pasó en la Ciudad de Buenos Aires es un buen ejemplo del no sentarse a discutir las cuestiones de fondo y llegar a un acuerdo. Hay dos aspectos: primero que los contenidos no los tiene que definir la Legislatura sino los ministerios. Hay un aspecto que no da lugar a discusión, que son las cosas duras de la educación sexual que tienen que ver con la prevención de enfermedades, con la salud reproductiva. La discusión está respecto al tema de los valores si hay comunidades que eligen ciertas escuelas porque tienen ciertos valores porque para eso hay libertad de enseñanza. Ahí yo sí creo que hay que respetar esos valores.
–Cómo se hace para consensuar...
–Nosotros hemos mandado a las escuelas primarias el video de la Fundación Huésped y ha tenido un éxito increíble en prevención del sida.
–¿En escuelas públicas?
–Sí.
–La Iglesia dice sí pero que cada escuela defina los contenidos, pero cuando, por ejemplo, en un libro de educación sexual escrito por especialistas vinculados a la Iglesia se dice que la homosexualidad es una enfermedad o que el sida tiene “afortunadamente” sólo tres modos de contagio, ¿cómo el Estado no puede fijar los temas?
–Los temas que tienen que ver con discriminación ni siquiera son educativos: si en libros se discrimina por género o por enfermedad ya hay que actuar. Si no se trabaja con los padres lo que hay es una esquizofrenia respecto de la emisión de valores culturales. Yo no estoy de acuerdo con lo que hizo Francia respecto de prohibir el uso del chador y de una educación que no contemple las diferencias culturales. Me parece no bueno que no se contemplen las perspectivas de los padres respecto de la formación en valores. Más en un país en que tenemos la gratuidad y la laicidad de la enseñanza porque la Constitución permite que haya libertad de enseñanza a través del aporte estatal a las escuelas privadas si no tendríamos la discusión sobre enseñanza religiosa en las escuelas públicas.