El ex represor Adolfo Scilingo, en huelga de hambre desde el 8 de diciembre, fue internado ayer por unas horas luego de sufrir un desmayo en la prisión Alcalá-Meco, en Madrid. Fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de España explicaron que Scilingo sufrió un “bajón de presión con un pequeño desvanecimiento y leve pérdida de conciencia”. Tras haber recibido un chequeo médico en el hospital Príncipe de Asturias, donde fue trasladado a pedido de sus abogados, regresó a prisión con un cuadro “estable” y sin ninguna recomendación especial de parte de los médicos. Scilingo aguarda el juicio en su contra por genocidio, terrorismo y torturas, que comenzará mañana en España. La Audiencia Nacional, que ayer fue informada del desmayo del ex represor, decidió que enviará hoy un médico forense para verificar su estado de salud y determinar si es posible que asista al juicio oral. Aunque el informe se dará a conocer mañana, fuentes judiciales aseguraron ayer que, en principio, no existiría impedimento para que el proceso se desarrolle tal cual estaba previsto. El ex marino es el primer ex militar presente en un juicio en Europa, ya que tanto Alfredo Astiz, en Francia, como Suárez Mason y Santiago Riveros, en Italia, fueron condenados “en ausencia”.