EL PAíS
• SUBNOTA › PRONOSTICO NEGATIVO DEL LOBBY FINANCIERO
Charles Dallara y su mala onda
Uno de los más persistentes lobbistas en contra de la propuesta argentina de reestructuración de la deuda es Charles Dallara. Es el presidente del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que agrupa a buena parte del establishment financiero del Primer Mundo. Anteriormente trabajó en el gobierno de George Bush padre, fue director del FMI y condujo el banco de inversión JP Morgan. Sus pronósticos sobre la suerte del canje son poco optimistas. Tampoco guarda demasiadas expectativas sobre un eventual aumento en el flujo de inversiones extranjeras hacia la Argentina. Ayer dijo que “los inversores decidirán después de ver cómo se resuelve la reestructuración”.
El IIF dio a conocer un informe sobre inversiones extranjeras directas hacia América latina. Si bien evitó arriesgar una cifra precisa respecto de la Argentina, uno de sus autores, Yusuke Horiguchi, enfatizó que el nivel de entrada de capitales al país “seguirá por el piso”. El economista también fue director del FMI en el departamento para Asia y el Pacífico, el mismo en el que se desempeñó el argentino Mario Blejer, ex presidente del Banco Central.
Pese a los malos pronósticos para la Argentina, el IIF indicó que América latina registrará un tercer año consecutivo de aumento en el flujo de capitales hacia la región, con un salto desde los 26.000 millones de dólares de 2004 a unos 40.000 millones para este año. “El grueso de este crecimiento se puede atribuir al aumento de los flujos netos privados hacia Brasil y México, una parte del cual se verá compensado por una declinación de los capitales privados hacia la Argentina”, puntualizó el informe.
El IIF fue creado en la década del ’80 por los principales bancos del mundo para defender sus intereses corporativos frente a la crisis de la deuda de varias naciones latinoamericanas. Roberto Lavagna lo acusó recientemente de haber influido en la reunión del Grupo de los 20 (que integran el Grupo de los Siete más otros emergentes, como Rusia, India, Brasil y la Argentina) para obstaculizar una propuesta que había hecho el Gobierno en favor de los acreedores minoristas. La propuesta consistía en privilegiar en la reestructuración a los acreedores minoristas y a quienes hubieran comprado los títulos al momento de la emisión, en lugar de igualar a ese grupo con quienes compraron los bonos más tarde con intenciones especulativas. Sin embargo, el G-20 no la trató en sus sesiones y, en cambio, analizó un documento presentado por el IIF.
En su nuevo informe sobre inversiones extranjeras, el IIF también señaló que la economía argentina se desacelerará durante 2005. De todos modos, el crecimiento sería importante, ya que la propia entidad lo calculó en un 5,2 por ciento, contra un 8,3 que estimó para 2004.
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