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Los posibles fugados, otra de las dudas
Distintas versiones que circularon con fuerza en toda la jornada de ayer en barrio San Martín sostenían que algunos de los presos que intentaron fugarse el jueves en el camión que la policía baleó ante las cámaras de televisión se habrían escapado por una de las calles laterales de la penitenciaría, segundos antes de que los proyectiles policiales atravesaran el chasis del rodado y los cuerpos de un guardiacárcel y tres reclusos, que murieron horas después por los impactos de bala recibidos en todo el cuerpo.
En tanto, un funcionario le dijo ayer a este diario que le habían relatado cómo vecinos socorrieron y ayudaron a fugarse a dos o tres de los detenidos que iban en el camión del Servicio Penitenciario.
La versión cobra fuerza si se tiene en cuenta que el jueves por la noche, en medio de las balaceras que se sucedían sin parar, y con la penitenciaría fuera de control de las fuerzas de seguridad, hubo reclusos que se disfrazaron de guardiacárceles, pudiendo huir por alguna de las cuatro calles que bordean la penitenciaría. El mismo jueves por la noche, cuando el Comité de Crisis funcionaba en el Hospital Pediátrico, a ocho cuadras de la cárcel, este cronista fue testigo de una persona que llegó por su propia voluntad para ser atendido por el servicio de guardia del nosocomio. Tenía cinco impactos de balas de goma en la espalda y no tenía documentos, por lo que fue detenido por la policía.
Estas posibles fugas de presos no pudieron ser desmentidas oficialmente por los funcionarios policiales ni judiciales, quienes reconocieron que hasta el día de ayer no existían los medios para poder precisar esa información, debido a que en el motín se quemaron todos los archivos de los reclusos, impidiendo por el momento realizar un chequeo de la cantidad de internos.
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