Es injusto que existan códigos de todo tipo y color, pero ningún manual práctico para jueces-oxímoron, es decir magistrados sin vocación de hacer justicia. Tras un análisis de causas y una consulta a jueces-jueces y fiscales-fiscales, Página/12 elaboró estas recomendaciones para cubrir el bache y hacer el arrorró a expedientes importantes.

1Cuando reciba una denuncia indague al sospechoso de inmediato. No importa que no tenga pistas concretas. Hágalo. Después, ¿quién sospechará de su siesta? Hay otra variante. Si el denunciado es un funcionario, acepte de inmediato la denuncia y manténgala latente. No lo indague nunca. Siga la máxima que un juez le dijo una vez a un actual ministro: “Cuando un político me denuncia yo pienso: ‘Mañana será carátula’”.

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2Sea espectacular. Allane aunque pueda conseguir los datos por Internet. Eso le permitirá dormir la causa sin que nadie piense que usted es lento o corrupto.

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3Si necesita información del exterior, escriba los exhortos con errores. Deben ser leves, para que sólo los advierta el país receptor, pero no la opinión pública argentina. Deniegue el apoyo técnico que le ofrezcan en Suiza o los Estados Unidos. Mande muchos exhortos a Uruguay, que suele archivarlos. Y escriba pedidos sin parar. Serán rechazados, pero no dirán que usted tuvo mala intención.

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4Si es camarista, analice durante un año cualquier estupidez elevada por los jueces de primera instancia. Si integra el nivel de casación en una provincia o en el Estado nacional, olvídese de los plazos y los términos de prescripción. Devuelva las causas tarde.

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5Si es juez federal, espere una eternidad para elevar una causa a juicio oral. En realidad, usted puede producir una cantidad suficiente de prueba y después aportar elementos nuevos. Olvídelo: busque el último detalle aunque la obsesión destruya el caso.

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6Si forma parte de un tribunal oral, no empiece nunca un juicio. Diga que le faltan elementos imprescindibles.

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7Pida peritajes de más, sobre todo contables. Aguarde la llegada de elementos innecesarios.

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8Envíe cientos de oficios a los organismos oficiales que (usted lo sabe) estén en connivencia con su procesado, y luego no denuncie ninguna irregularidad que venga de ellos.

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9Si está en el fuero penal económico, déles vía libre a los administradores de una quiebra. Si la causa muere no será su culpa.

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10Si es fiscal no fastidie al juez con pedidos concretos. Deje que él haga su trabajo solo. Y omita en lo posible las denuncias de oficio aunque haya un delito públicamente visible. Usted está obligado a hacerlas porque es funcionario y lo obliga el Código Penal, pero tranquilícese: muchos periodistas suelen prestar atención sólo a la espectacularidad de las apariencias.