EL PAíS
• SUBNOTA › CAREO ENTRE BELTRAME Y BAUDINO POR LAS VALIJAS
Echándole la culpa al otro
El juez Carlos Liporace avanzó en un nuevo careo entre el hijo del ex jefe militar de Ezeiza y uno de los supervisores de SW con base en el aeropuerto. Entre otros aspectos, el magistrado intentó determinar el nivel jerárquico de cada uno para saber de dónde y de qué manera se dio la orden del embarque de los 60 kilos de cocaína que salieron en septiembre pasado hacia España. Uno responsabiliza al otro, pero ambos sostienen que la decisión final estaba en manos de la gerencia de SW. En diálogo con este diario, allegados al hijo del comodoro aseguran que hoy a la mañana entregarán “una prueba muy importante”. Durante el día obtuvieron una pequeña ventaja: con la ampliación de la indagatoria lograron que se extienda el plazo para que el juez dicte el procesamiento.
Con el secreto de sumario firmemente establecido por Liporace, los detalles de la audiencia de ayer corrieron por parte de los abogados. Ricardo Russian y Estela Maris Castillo llegaron a los tribunales de avenida de los Inmigrantes como representantes de Walter Beltrame, el hijo del comodoro sancionado ayer por el Ministerio de Defensa (ver página 5). “Fue muy conmovedor –explicaron apenas salieron de la audiencia–. Hasta la fiscal lloró después de escuchar su declaración.”
Durante la primera parte de la jornada judicial, Beltrame se careó con Claudio Baudino, uno de los tres supervisores de SW en la estación aerocomercial de Ezeiza. Baudino está detenido desde el 28 de diciembre, procesado por supuesto contrabando agravado de drogas en calidad de partícipe necesario. Aunque no está probado si conocía el contenido de las valijas voladoras, la Justicia lo considera responsable de haber autorizado un embarco sin pasajero, prohibido por la legislación aeroportuaria. En su defensa, Arriete sostuvo que sólo cumplía órdenes. Consultado por este diario, su abogado Luis Velasco agregó que “cualquiera de los otros dos supervisores en su lugar hubiese hecho lo mismo”. Entre quienes estaban en condiciones de “dar las órdenes” nombró a la gerencia de SW pero además a Beltrame.
Un día antes del careo, el juez Liporace también había dicho que Beltrame no tenía cualquier papel. Y en alguna ocasión, llegó a definirlo como “la mano derecha” del gerente comercial de la aerolínea, Fernando Arriete, actualmente detenido y procesado. En la audiencia de ayer, el joven habría asegurado lo contrario.
“El siempre estaba ‘boyando’, toda la gente de Ezeiza lo sabía. ¿Dígame, qué poder podía tener un chico que ni siquiera tenía oficina. No tenía oficina, no tenía escritorio ni computadora”, lo defendieron ayer en el entorno. En la misma línea sostuvieron que no cumplía el rol de jefe. En todo caso –llegaron a decir ante una consulta de este diario–, “transmitía órdenes”, en obvia alusión a los puestos más altos de SW, donde apunta la estrategia de defensa de los Beltrame. Los abogados defensores sostienen además que la responsabilidad de control sobre la seguridad interna de Ezeiza estaba en manos de la Policía Aeronáutica y no del comodoro Alberto Beltrame. Por primera vez ayer presentaron al padre del joven detenido como encargado de “la seguridad aérea”, es decir del tránsito de aviones, pero no de las operaciones de toda la PAN.
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