La inflación se ha convertido en el fantasma más temido para el Gobierno. Lo demostró ayer el propio Presidente, quien criticó dos veces a las empresas que remarcaron precios –cuestionó muy duro a la petrolera Shell– y al sector ganadero. “Hay sectores que generan este tipo de cosas para asustar y generar fantasmas. Vamos a luchar contra esto. Lo que ha hecho la empresa Shell es absolutamente irresponsable”, cargó. “Lo mismo sucede con el aumento del precio de la carne. No puede ser que se nos quiera llevar a un precio de exportación para el mercado interno”, acusó. Kirchner también dijo que “tomará medidas” para que haya “equilibrio y solidaridad”. Luego se reunió por varias horas con el ministro de Economía, Roberto Lavagna. En la reunión hubo un tema indiscutido: qué hacer con Shell, con la que el Ejecutivo tiene una pésima relación.
“Hay sectores que no se han hecho nunca responsables, que no quieren cambiar el esquema de distribución del ingreso, que le molestan los aumentos salariales y están tratando de mover los precios para decir: ‘No ves que si se mueven los salarios se mueven los precios’. Quieren seguir con un modelo de concentración económica. No tenga duda de que hay especulación”, reconoció Kirchner en un reportaje que fue emitido anoche por el programa A Dos Voces. Sobre Shell, dijo que la petrolera “ha jugado a alterar en forma permanente y a tratar de generar acciones individuales y aumentos excesivos en los costos justificándose en el aumento del petróleo”. “El Estado puede hacer muchas cosas y las va a hacer. Vamos a tomar medidas en forma paulatina”, prometió.
La cruzada contra Shell podría continuar si el Gobierno concreta las amenazas: una posibilidad es que les aumenten las retenciones a las petroleras. En el Ejecutivo por ahora lo descartan. El compromiso de las demás empresas del sector –Repsol-YPF, Petrobras y Esso– de no aumentar los precios influyó en esa decisión. A diferencia de Repsol y Petrobras, Esso y Shell no producen crudo en la Argentina: por eso están más expuestas a las variaciones del precio internacional. Pese a todo, discretamente, en el Gobierno están apoyando a organizaciones afines para que impulsen reclamos contra las petroleras. El Foro Social Energético que se celebrará la semana próxima en Buenos Aires será un ejemplo.