José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, sumó ayer su opinión a las muchas emitidas en el mismo sentido por los obispos católicos en contra del aborto, para señalar que “la doctrina de la Iglesia es la defensa de la vida desde el seno de la madre y debemos considerarla como un acto de verdad, justicia y amor”. El propio Arancedo suscribió semanas atrás un documento con otros obispos de la región en el que, frente a la polémica planteada por la despenalización del aborto, la Iglesia ratificaba su posición histórica sobre el tema. “Puede parecer dura esta doctrina frente a una cultura que parte de la libertad del hombre como de un absoluto creador”, dijo Arancedo. Según el prelado, a quienes así piensan “les cuesta aceptar los límites que nos impone la realidad objetiva”. Arancedo advirtió también que el tema del aborto merece atención “por su importancia y gravedad” porque se trata de “la defensa de la vida en su etapa más indefensa”.