La primera en hablar fue la ex secretaria de Medio Ambiente, María Julia Alsogaray. Luego se sumó el ex asesor del Banco Nación, el cavallista Enrique N’Haux. Con detalles novelescos, N’Haux alimentó la polémica sobre los sobresueldos. La saga generó cruces entre el oficialismo y la oposición. El empresario Mauricio Macri disparó. Sin precisar datos, acusó al Gobierno –incluyendo a Néstor Kirchner– de mantener el sistema de sobresueldos. “Yo estoy seguro de que ninguno de los ministros vive con los salarios que cobra”, acusó. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, le contestó en duros términos. “Hoy no hay gastos reservados en ningún ministerio, ni por leyes públicas ni por leyes privadas”, dijo. La diputada Elisa Carrió se sumó a la controversia: habló de una “red de impunidad” y dijo que la investigación se frenará porque podría afectar a miembros de “este gobierno”.
La controversia está in crescendo. El detonante fue la acusación de Macri de que este gobierno mantiene algún tipo de pagos por fuera de los sueldos. “Es una hipocresía decir que el Presidente vive con el sueldo que cobra y los ministros con el sueldo que cobran. Estoy seguro de que ninguno de los ministros vive con los salarios que cobra: vía la figura de los gastos reservados, vía la figura de viáticos y otras yerbas, terminan completando su salario. Uno sabe que siempre ha existido y siguen existiendo los gastos reservados, con lo cual esto se verá sistemáticamente con todos los gobiernos”, fue la imputación de Macri.
La respuesta, con palabras durísimas para el empresario, llegó a través del ministro del Interior: “Es un sinvergüenza inigualable que se enriqueció a costa del Estado y que para hacer negocios fijaba porcentajes y tenía las cosas resueltas. No tienen nada para decirle al Gobierno, y como hoy quieren discutir los que no entienden un pomo de política, lo primero que se arrogan es el derecho de ensuciar la honra de los demás para pegarle al Gobierno. Es de pésima factura”, contestó Fernández.
Como único vocero oficial en este tema, el ministro dijo que en el Ejecutivo no se cobran sobresueldos y que no hay gastos reservados, salvo en la SIDE. “Hoy no hay ninguna ley, hay una disposición específica del Presidente que dice que los sueldos de los ministros son seis mil pesos. No hay mucho para discutir. El único gasto con carácter reservado es el de inteligencia. No existen gastos reservados en ninguna otra área del Estado”, aseguró. Sin embargo, cuando lo consultaron por una ley nacional –la 18.032– que aún está en vigencia, Fernández dijo que la desconocía aunque prometió averiguar al respecto.
Otra protagonista del debate fue la líder del ARI. Cuando le preguntaron por los sobresueldos, Carrió no se mostró muy convencida con la aclaración del ministro del Interior. Más bien todo lo contrario. Dijo que en la década del ’90 funcionaba una “red de impunidad” para cobrar dineros que no figuraba en los recibos de haberes. También advirtió que la investigación podría pararse si la pesquisa se acerca a miembros actuales del Ejecutivo que “son ex funcionarios menemistas”. “Es un tema de corrupción. Es importante si se avanza y no para. ¿Y por qué puede parar la investigación? Porque, evidentemente, también tienen que dar respuestas funcionarios de este gobierno”, dijo.
La mención de la diputada podría incluir a los funcionarios que tuvieron cargos en el gobierno de Menem. Una breve lista podría incluir a Juan Carlos Mazzón, quien trabajó en la Jefatura de Gabinete que encabezaba Eduardo Bauzá; Alberto Abad, ex síndico general de la Nación y secretario de control estratégico de la Jefatura de Gabinete; Martín Redrado, alguna vez titular de la Comisión Nacional de Valores; y Gustavo Beliz, secretario de Función Pública y ministro del Interior en 1993.