EL PAíS
• SUBNOTA › EL PARTIDO DE BIONDINI NO PODRA IR A ELECCIONES
Los nazis, lejos de las urnas
› Por Raúl Kollmann
Los nazis argentinos que integran el Partido Nuevo Triunfo (PNT) y que son comandados por el autodenominado führer, Alejandro Biondini, recibieron ayer un golpe decisivo en su intento de participar de las elecciones de octubre y los sucesivos procesos electorales. La Cámara Nacional Electoral (CNE) rechazó el otorgamiento de la personería jurídica al PNT considerando que “no son las ideas políticas de los miembros del partido lo que imposibilita reconocerlo legalmente, sino su emulación de un régimen –el nazi– basado en pretendidas desigualdades, que se traducen en concretos actos de discriminación por motivos de raza, sexo y origen nacional”.
Los jueces Rodolfo Munne, Alberto Dalla Via y Santiago Corcuera hicieron un detallado relevamiento de las razones que los llevaron a denegarles la legalidad a los neonazis.
En su fallo, por ejemplo, mencionan algunos de los siguientes elementos.
- Que el programa del partido propone “el drástico desmantelamiento de la red homosexual, drogadicta y corrupta que hoy infecta a la Argentina” (artículo 29, inciso d del programa del PNT).
- Que en ese mismo proyecto oficial se incluye la condena a la vagancia y a continuación señala que “esta norma será doblemente importante en el caso de los extranjeros”.
- El fallo menciona que el PNT festeja el día del partido el 20 de abril de cada año, fecha que coincide con el nacimiento de Adolf Hitler.
- Inicialmente, la organización de Biondini intentó imponer como símbolo del partido a la cruz esvástica.
- También se presentó como nombre de la organización el de Partido Nacional Socialista de los Trabajadores, traducción milimétrica del nombre del partido que lideró Hitler.
- El texto de los jueces transcribe un párrafo de la publicación oficial del PNT, Libertad de Opinión, en el que los neonazis dicen: “En el Obelisco instalaron una muestra fotográfica del ‘holocausto’. No vi entre las víctimas a ningún argentino. Quieren que asumamos responsabilidades en supuestos dolores ajenos. Estamos hartos de estos genocidas disfrazados de hijos de ‘sobrevivientes’ que ya no están tras las alambradas, sino manejando nuestros bancos, medios de comunicación, nuestra riqueza y los principales resortes del Estado”. Los jueces se refieren a la gravedad de la primera parte del párrafo, pero señalan que “la última frase hace innecesaria cualquier explicación sobre la verdadera naturaleza de la expresión”.
El criterio de la Cámara es que la Constitución contempla expresamente respecto de los partidos que “su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta Constitución”. Desde ese punto de vista, la igualdad es un principio básico –señala la Cámara–, mientras que la “discriminación que se traduce un trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos de raza, origen nacional o religión es una de las maneras concretas en que se manifiesta la desigualdad”. También se cita un párrafo de la Convención Internacional sobre Eliminación de la Discriminación, que fue firmada por la Argentina y tiene rango constitucional. “Se condena toda la propaganda y todas las organizaciones que se inspiren en ideas o teorías basadas en la superioridad de una raza o de un grupo de personas de un determinado color u origen étnico o que pretendan justificar o promover el odio racial en cualquiera de sus formas”.
“Más allá del debate sobre la posibilidad de otorgar reconocimiento jurídico a los denominados partidos antisistema o de la pertinencia de que los Estados establezcan controles ideológicos sobre las agrupaciones partidarias, no es controvertible que las actividades de estas entidades ylas conductas de sus representantes importen el desconocimiento del texto constitucional”. En este párrafo, la Cámara fundamenta su postura de fondo: se puede tener posturas incluso en contra del sistema, pero no se concibe como legal una organización que tiene conductas y propaganda que van directamente contra la Constitución, como lo es discriminando y abogando por la superioridad racial, sexual o religiosa.
La resolución de la Cámara Nacional Electoral deja a los neonazis fuera de la carrera electoral de octubre. En el único distrito en el que habían presentado firmas para legalizarse –no hubo un real control de esas firmas– fue en la Capital Federal, pero ahora es evidente que el führer no podrá encabezar –como lo tenían pensado– las boletas electorales en la Ciudad de Buenos Aires.
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