Las listas del Presidente están mayormente prontas. Para conformarlas y hacerlas seductoras al paladar de los distintos electorados, Néstor Kirchner debió apelar a varios integrantes de su gabinete, yerrando con la marca K cualquier nómina. Llevar los blasones presidenciales dan un lustre de victoria, aun en las vísperas, creen en la Casa Rosada. El efecto colateral es el desmantelamiento del staff de Gobierno. Kirchner podrá, de manera no traumática, recomponer su equipo de colaboradores y darle aire nuevo a su gestión, habida cuenta de que cuatro ministros, un viceministro, un secretario y un subsecretario de Estado dejarán sus cargos para competir en la escuadra pingüina.
Veamos: José Pampuro será candidato a senador y dejará la cartera de Defensa; Rafael Bielsa y Jorge Taiana abandonarán la cúpula del Palacio San Martín, ya que canciller y vice serán aspirantes a un cargo de diputados por la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires; Alicia Kirchner dejará el Ministerio de Desarrollo Social para competir por una senaduría por Santa Cruz; Carlos Kunkel, subsecretario general de la Presidencia, integra la lista de diputados de la provincia, al igual que el titular de la Anses, Sergio Massa. Graciela Ocaña, presidenta del PAMI, será suplente en la boleta de senadores nacionales bonaerenses. Si bien nada dice que vaya a reemplazar a CFK o a Pampuro, queda latente una hipotética vacante en el organismo previsional.
El otro ministro que abandonará el gabinete es el de Justicia, Horacio Rosatti. El santafesino encrespó las iras del Presidente al negarse a integrar la lista de candidatos a diputados por su provincia. La negativa tuvo una característica especial que da cuenta de lo complicado que será su futuro político: Rosatti tuvo el raro privilegio de haber sido el único dirigente a quien el Presidente le ofreciera personalmente encabezar la lista. “Lo voy a pensar”, dijo el ministro y ex intendente de Santa Fe. El ofrecimiento se concretó cuando María Eugenia Bielsa, vicegobernadora provincial y hermana del canciller, había rechazado encabezar la lista. Rosatti no se animó a decirle no en persona. El encargado de transmitírselo a Kirchner fue Juan Carlos Mazzón, que debió enfrentar, junto al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el enojo presidencial.
León Arslanian podría ser el reemplazo del santafesino.
El desguace del gabinete abre, por lógica, la era de las especulaciones sobre las sucesiones.
Carlos “Chacho” Alvarez figura a la cabeza del pelotón. El ex vicepresidente es muy ponderado por Kirchner, quien considera a los militantes del Frepaso, especialmente a Alvarez, “valiosos para la política, a quienes hay que ayudar y recuperar”, suele decir.
De hecho, Nilda Garré y Darío Alessandro son embajadores en Venezuela y Cuba, respectivamente, y Diana Conti será diputada nacional, por citar algunos ejemplos. Chacho bien podría desembarcar en la Cancillería o acaso reemplazar a Eduardo Duhalde como secretario de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (tal el nombre del cargo). Duhalde está en la puerta de salida de dicho puesto, a pesar de la desmentida que ayer hizo Eduardo Sigal, subsecretario de Integración Latinoamericana de la Cancillería.