La Corte Suprema confirmó la condena al teniente coronel retirado Ceferino Landa y su esposa Mercedes Moreira por la apropiación de Claudia Victoria Poblete, hija de los desaparecidos José Poblete y Gertrudis Hlaczik. Este es el mismo caso en que se basó el máximo tribunal para declarar el mes pasado la inconstitucionalidad de las leyes de punto final y obediencia debida, que permitirá el avance de las causas contra los represores por los crímenes cometidos en el terrorismo de Estado.
El máximo tribunal ratificó la sentencia del Tribunal Oral 5, que condenó a Landa a nueve años de prisión y a su esposa a cinco años por “retención y ocultamiento de un menor de diez años”. A él también se lo responsabilizó por la “falsedad ideológica” de la partida de nacimiento de la menor, a quien inscribió como su hija biológica, y su documento de identidad. Por ser mayores de 70 años pueden cumplir prisión domiciliaria.
El fallo de ayer fue firmado por todos los ministros de la Corte, aunque algunos utilizaron argumentos propios.
Victoria Poblete recuperó su identidad hace cinco años, por la investigación que llevó adelante el juez Gabriel Cavallo. Entonces supo que sus verdaderos padres están desaparecidos desde el 28 de noviembre de 1978, cuando ella tenía ocho meses. Los tres estuvieron secuestrados en el centro clandestino de detención El Olimpo. Su padre era chileno y había perdido las piernas al ser arrollado por un tren. Había venido a Buenos Aires para hacer un tratamiento y se integró al Frente de Lisiados Peronistas. En el Instituto de Rehabilitación del Lisiado fue donde conoció a Gertrudis. Por la desaparición de la pareja están acusados los represores Julio Simón alias “Turco Julián” y Juan Antonio del Cerro alias “Colores”.
La Corte también dispuso en su reunión plenaria que deberá seguir detenido el represor Oscar Montes, procesado con prisión preventiva en la megacausa ESMA que instruye el juez federal Sergio Torres y que fue reabierta luego de la nulidad de las leyes de impunidad dispuesta por el Congreso. La detención había sido confirmada por la Sala II de la Cámara Federal, pero el ex marino intentó que la Corte la revisara. Los jueces sostuvieron que “la sentencia apelada no provenía del superior tribunal de la causa, la Cámara de Casación Penal”.
A Montes, en este caso, se lo responsabiliza por las torturas y desaparición de Sergio Bejerman y Laura Rebonatti, pero se le atribuyen además otros 34 hechos.
Rebonatti fue secuestrada en 1976 en su domicilio en Martínez y trasladada a la ESMA, donde Montes lideraba un grupo de tareas. Bejerman fue detenido cuando estaba en la casa de unos familiares en Constitución. Lo tuvieron encapuchado y engrillado mientras era sometido a sesiones de tortura. ¡