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Investigan una pericia sospechosa
El juez federal Claudio Bonadío dio los primeros pasos para investigar la pericia supuestamente fraguada que presentó la defensa del ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes. Bonadío pidió por oficio a su colega Daniel Rafecas testimonios de la causa principal, escritos de los abogados defensores y la pericia cuestionada. Son los elementos que necesita para comenzar a evaluar la denuncia de Rafecas. Al procesar a los nueve involucrados en los sobornos del Senado, este último magistrado había señalado que existían “graves irregularidades” en un informe de llamadas telefónicas de los acusados que presentó el defensor de De Santibañes, Hugo Pinto. Según detectó el juzgado, en las comunicaciones entrantes de Pontaquarto la información estaba “cambiada o incompleta” en comparación con los datos que tenía el tribunal y que también tenían los peritos oficiales y de partes. Las irregularidades se comprobaban justo en los llamados clave para la investigación, por ejemplo, los que pueden determinar dónde se encontraba el “arrepentido” Mario Pontaquarto el mediodía y la noche del 18 de abril, cuando se suponía que debía estar en la SIDE. La pericia estaba firmada por el subinspector Rubén Omar Villalba, de la Policía Federal, y por el perito de parte Luis Bolatti, un técnico electromecánico que actuó en el sector técnico del área de inteligencia de la Policía Federal. Para Rafecas, en la realización de ese informe “se operó dolosamente sobre la prueba indubitable e irrefutable de la causa con el objetivo de mejorar la situación procesal de los coimputados, pero apuntándose especialmente a la situación de De Santibañes”. El juez no hizo imputaciones personales, pero los principales involucrados, por el momento, serían los peritos que refrendaron el informe. Bonadío tendrá que definir si avanza con la pesquisa hacia las responsabilidades de los abogados defensores y del ex jefe de la SIDE u otros procesados.
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