“La reunión fue todo lo buena que puede ser una reunión con un presidente interino. Se habló mucho de fierros, y algo de política.” Así evaluó un alto funcionario del gobierno argentino el resultado de la reunión entre el presidente Néstor Kirchner y su par boliviano, Eduardo Rodríguez.
El encuentro se había suspendido anteayer, pero ayer por la mañana volvió a la vida. A primera hora de la tarde, Kirchner y una pequeña delegación en la que estuvieron los ministros de Relaciones Exteriores, Planificación y Defensa, Rafael Bielsa, Julio De Vido y José Pampuro, respectivamente, y el vicecanciller Jorge Taiana, mantuvieron una conversación de 20 minutos con el mandatario boliviano, ex presidente de la Corte Suprema de su país, que asumió en una de las peores crisis políticas de su país.
Obviamente, la discusión giró en torno a la energía: gas, gasoducto, venta de tecnología y BTU’s (la unidad de medida del gas), siempre dentro del paréntesis que impone el inminente proceso electoral boliviano: el 4 de diciembre se vota, en febrero se hace el cambio de mando.
Rodríguez y Kirchner repasaron proyectos tales como la construcción del gasoducto del NOA, que insumirá una inversión de 1400 millones de dólares, y cuyos 1500 kilómetros insumirán labores por 15 meses, la transferencia de capacitación a Bolivia sobre tecnología para GNC, la posible creación de una planta separadora de líquidos en Tarija y la transferencia de la zona franca boliviana del puerto de Rosario a un sitio más amplio, ya que el país del altiplano exporta la mitad de sus productos por el Atlántico.
El procesos electoral boliviano y los pormenores de la situación fueron desmenuzados por Rodríguez quien, finalmente, le comentó a Kirchner que la noche anterior había tenido su primer encuentro con el presidente chileno, Ricardo Lagos. Según dijo Rodríguez, la conversación fue muy buena y que llegaron a hablar de salida al Pacífico. El de ayer fue el primer encuentro entre Kirchner y su par boliviano.