Oscar Zilocchi acompañó a Aldo Rico desde sus años de rebeldía carapintada y permaneció a su lado cuando Rico estuvo al frente de la intendencia de San Miguel. Zilocchi se desempeñó entonces como secretario de Gobierno. En 2000, un programa de investigación puso al aire la filmación de una cámara oculta en la que Vicente Serio, quien regenteaba tres prostíbulos en San Miguel, revelaba que pagaba unos 18 mil pesos al mes a comisarías y funcionarios para poder mantener esos lugares en funcionamiento. De este modo se conocería que mantenía encerradas y esclavizadas a 34 mujeres de nacionalidad paraguaya, algunas de ellas menores. La Justicia secuestró de sus locales varias libretas, en las que anotaba cada coima pagada con el nombre del receptor. Uno de esos apuntes rezaba: “Para la campaña política de Claudio Péres y Oscar Cilochi (sic)”.
Por el caso se abrió una causa paralela por cohecho en la que también quedó implicado Pérez, en ese entonces presidente del Concejo Deliberante. A fines de 2002, Serio fue condenado a cuatro años y medio de prisión por facilitación de la prostitución. Zilocchi fue sobreseído por el juez de Garantías de San Martín Oscar Quintana. Sin embargo, a principios de mayo, la Cámara de Apelaciones de San Martín revocó la decisión, con lo que abrió el camino al juicio oral.