Aníbal Ibarra sostiene que el Programa de Ciudadanía Porteña muestra “una concepción progresista y moderna que define cómo se maneja el Estado con los recursos públicos que destina a las políticas sociales”. Destaca, en ese sentido, la “universalización” de las prestaciones y la contrapone al “clientelismo” con el que suele manejarse la ayuda a los más necesitados. “Este es un salto cualitativo muy importante –agrega–, porque significa ir directamente y en forma personalizada a todos los que están en situación de indigencia.”
–¿Qué implica en términos políticos la implementación de este programa?
–Esto significa que un Estado aplique en el plano social las políticas más modernas y progresistas. En el tema de asistencia social hay generalmente multiplicación de planes y clientelismo. La ciudad viene aplicando y mejorando sus políticas de planes sociales, pero este es un salto cualitativo muy importante porque significa ir directamente y en forma personalizada a todos los que están en situación de indigencia, significa también tener una muy buena base de datos y unificar todos los planes. Es una concepción progresista y moderna que define cómo se maneja el Estado con los recursos públicos que destina a las políticas sociales. Defendemos la cultura del trabajo y entendemos que este programa tampoco es lo ideal porque aspiramos a que todos puedan tener un salario digno a partir del empleo, pero mientras esto ocurre y crece la economía el Estado tiene que llegar de la mejor manera. Esto es algo inédito en la Argentina y también en América; para nosotros es una satisfacción que la ciudad sea pionera en esto.
–¿En función de qué se decidió el monto del subsidio a otorgar?
–En algún punto había que establecer un criterio. Vamos a ir aplicando progresividad en esto. En esta primera etapa se definió que este era un porcentaje importante de lo que es la canasta básica y una importantísima asignación de recursos del Estado.
–¿La CTA expuso en el marco del Consejo Social de la ciudad que el subsidio debía ser mayor?
–Este es el mayor monto que un Estado va a asignar como ayuda social, en forma universal, con controles directos y sin clientelismo. Es cierto que uno puede decir que podría ser más, pero también podríamos seguir como estamos o hacer mucho menos de lo que hacemos hoy.
–¿Qué opina de quienes plantean que este tipo de subsidios van en contra de la cultura del trabajo?
–Al contrario. Empecé diciendo que defiendo la cultura del trabajo y por eso la ciudad asigna recursos para la promoción de la pequeña y mediana empresa, microemprendimientos, capacitación, oficios; precisamente queremos que la gente tenga un ingreso genuino, pero insisto en que mientras tanto el Estado debe ayudar.
–Quienes vivan en el conurbano en situación de indigencia no van a recibir este subsidio, ¿cómo piensan manejar ese tema?
–Uno de los requisitos será tener dos años de residencia en el distrito y los extranjeros deberán tener la situación regularizada y sus documentos en orden. La ciudad destina sus recursos y sus políticas sociales a sus habitantes. En ese sentido, la asistencia social estará supeditada a la verificación, la asistencia de los chicos a la escuela y demás.
–¿Cómo van a garantizar la continuidad de este programa en el tiempo?
–Se van a afectar recursos desde la Legislatura con el Presupuesto. Hay una decisión política que va a tener respaldo legislativo. Va a ser muy positivo, así que más allá de cualquier posicionamiento político, va a ser acompañado por los distintos sectores de la sociedad. No puedo garantizar lo que pase después de 2007, pero es lo mismo que preguntar qué garantiza que los subtes se van a seguir extendiendo más allá de ese año.
–¿Qué impacto presume que tendrá esta iniciativa en el plano nacional, atento los reclamos que se le vienen haciendo al Gobierno para que universalice los planes sociales?
–El Gobierno también está analizando permanentemente cómo mejorar los planes sociales; lo hace el Ministerio de Desarrollo, la Jefatura de Gabinete. La ciudad decidió encarar el tema de esta forma, pero no quiere decir que esto deba repetirse a nivel nacional; se podrá tomar la experiencia o, incluso, hacerla mejor, pero eso corresponde a cada ámbito. Desde la ciudad evaluamos que este es un salto muy importante y que es mejor de todo lo que se ha hecho ahora, aún cuando reivindico que hay planes excelentes, como el Vale Ciudad, que en otros distritos no existen. Cada uno tendrá la posibilidad de decir si esto contribuye a mejorar los planes sociales y bienvenido sea, pero no es tampoco nuestra intención hacer marketing nacional con esto.