EL PAíS
• SUBNOTA › CUESTIONAMIENTOS A LA PROPUESTA DEL EX SUBCOMISARIO
Un monumento a la dictadura
La medalla al valor propuesta por el ex subcomisario Luis Patti al comerciante que se defendió a los tiros cuando intentaron asaltarlo desató rechazos y severos cuestionamientos. “Para estas concepciones no cuentan los derechos porque son concebidos como obstáculos al incremento de la violencia y, paradójicamente, no dan cuenta de la eficiencia porque, pese a su repetido fracaso, repiten los mismos slogans para incrementar la fuerza y la violencia de la respuesta”, dijo el director del Programa de Violencia Institucional y Seguridad Ciudadana del CELS, Gustavo Palmieri. Por su lado, el fiscal federal de Bahía Blanca e integrante de la Comisión por la Memoria, Hugo Cañón, asoció la afirmación de Pa- tti y los reclamos de mano dura a las bases que alentaron en otras épocas a las dictaduras militares.
“Las concepciones autoritarias sobre la seguridad siempre sostuvieron que el problema del delito se explica –aseguró Palmieri– por un exceso de trabajo de las instituciones de seguridad existentes ya sea porque creció el delito, o porque las instituciones son excesivamente controladas, tienen bajo presupuestos o pocos incentivos; y que por lo tanto, dar respuesta a la inseguridad es, necesariamente, ampliar la capacidad operativa de las instituciones de seguridad y justicia o, en su defecto, se debe promover la ampliación de los instrumentos violentos de respuesta con que cuenta la sociedad civil, llámese justicia por mano propia (como sería el caso al que aludía Patti) o ampliación de facultades de controladores privados”.
Palmieri sostiene que “para estas concepciones, los temas de seguridad siempre están asociados a la lógica de la guerra. La inseguridad constituye una fuerza a la que se debe oponer otra fuerza superior en intensidad y contraria en sentido. Pero estas concepciones no son capaces de dar cuenta de los derechos involucrados, ni de la eficiencia requerida. En primer lugar, porque los derechos son percibidos básicamente como obstáculos al incremento de la violencia en lugar de ser entendidos como el bien a proteger; y en segundo lugar, porque los reiterados fracasos de las políticas de mano dura son paradójicamente usados como slogans para evaluar como insuficiente la defensa aplicada y, por lo tanto, reclamar aumentos en la escalada, más armas a policías y vecinos, y menos controles sobre policías y jueces”.
Hugo Cañón, que es fiscal de la Cámara Federal de Bahía Blanca e integrante de la Comisión Provincial por la Memoria, sostuvo que “no hay que analizar el caso desde el punto de vista del agredido sino de la barbaridad de incentivar a la gente a armarse. Patti dice que no incentiva, pero qué es proponer una medalla al valor a quien se defendió a los tiros. Ese tipo de afirmación no sólo tiene repercusiones en la actitud de la gente sino también en las actitudes que asumen los poderes del Estado. Cuando se produjo el efecto Blumberg hubo una reacción en cadena de los diputados, que terminaron aprobando leyes a pedido y haciendo un desastre con el Código Penal argentino. Tenemos un desastre actual, que tenemos que compaginar día a día a partir de creer que endureciendo las penas se resuelve la inseguridad. Estos discursos también repercuten en los jueces, que se sienten presionados y atemorizados. Hay que ser muy coherentes en saber que la inseguridad no se soluciona encarcelando o matando gente ni armándose, sino buscando solución a los conflictos sociales con políticas de Estado. La propuesta de una medalla al valor hecha por Pa-tti me hace acordar la época del juicio a los militares, cuando algún sector de la sociedad reclamaba monumentos a los dictadores como si hubieran sido héroes.”
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