Siempre pasa lo mismo y ayer no fue distinto: los asesores que detrás de cámara estuvieron con Rafael Bielsa, Elisa Carrió y Mauricio Macri durante el debate elogiaron el desempeño de sus respectivos candidatos y restaron mérito al de los demás. Aun cuando nadie se atrevió esta vez a atribuirse un triunfo contundente y todos coincidieron en que el contrapunto fue parejo, tanto desde el ARI como del oficialismo proclamaron a sus pupilos como vencedores. En el macrismo, en cambio, evitaron las comparaciones y se mostraron satisfechos con el papel de su jefe.
“Carrió sacó una ventaja porque fue la más propositiva en lo que hace a contenidos y fue sólida en sus argumentos. Además no fue agresiva”, evaluó el titular del bloque de diputados del ARI, Eduardo Macaluse.
“Hubo una ventaja a favor de Bielsa. Se lo vio seguro y firme en sus planteos y también en su defensa de lo hecho por el Gobierno”, discrepó Víctor Santa María, integrante del comité de campaña del canciller.
En lo que no hubo disenso entre la dirigencia oficialista y la del ARI fue en torno del modo en que lo vieron a Macri: unos y otros remarcaron que los protagonistas centrales de la discusión fueron Bielsa y Carrió.
Santa María sostuvo que “Macri fue el primero que salió de la cancha y quedó fuera porque no tuvo respuesta. Trató de municipalizar el debate y le faltó capacidad para introducir los temas locales. Quedó fuera de contexto porque no era el Ejecutivo porteño lo que estaba en discusión”.
El legislador porteño del ARI Fernando Melillo también apuntó que “Macri se posicionó como si se tratase de una elección de jefe de Gobierno y no de diputados nacionales”. En referencia al empresario, Macaluse agregó: “Buscó consolidar a su electorado. Interpeló a la derecha, como si fuese consciente de que no puede avanzar más que sobre ese voto, y eso se percibió en su discurso de orden y de poner coto las demandas sociales.”
“Todo nuestro equipo quedó satisfecho. Mauricio llevó 20 propuestas concretas para los principales problemas de la ciudad y pudo presentarlas”, señaló Horacio Rodríguez Larreta, el principal operador político de Macri. También subrayó que “Bielsa estaba demasiado enojado y Carrió tuvo como siempre un discurso filosófico pero poco concreto.”
Distinta fue la evaluación de Mercedes Marcó del Pont, quien secunda al canciller en la lista de candidatos del kirchnerismo. “Bielsa fue el único que llevó datos concretos de la realidad y de cómo se ha ido modificando”, manifestó la economista y añadió que “la oposición planteó lo más fácil, que es la crítica. Carrió trató de asimilar a este gobierno con los ’90 desconociendo que los contenidos del esquema actual de crecimiento son cualitativamente diferentes, pero Bielsa le contestó bien”.
“A Bielsa no le alcanzó para subirse al supuesto triple empate”, estimó Melillo en la vereda opuesta y consideró que Carrió ratificó en el debate “todo lo que vinimos planteado como eje de nuestra propuesta y nuestra campaña”. Macaluse acotó que la líder del ARI “desalojó a Bielsa del lugar del progresismo cuando planteó la necesidad de una mejor distribución del ingreso, una mayor calidad institucional y mejores políticas sociales”.
La macrista Gabriela Michetti se quedó con una “impresión positiva”. “Los tres lograron salir bastante de la pelea chicanera y se generó un clima interesante en el que fue posible escuchar discusión más elevada y profunda que en anteriores ocasiones. Me pareció bastante lindo y a Macri se lo vio más tranquilo que otras veces”, expresó.