EL PAíS
• SUBNOTA › “INVOCANDO A DIOS SE HICIERON GENOCIDIOS”, DIJO KIRCHNER
Nuevo round con la Iglesia
“Utilizando la fe e invocando a Dios, se hicieron genocidios y cosas horribles en nuestra patria”, sostuvo ayer el presidente Néstor Kirchner en un discurso en la Basílica de Luján. En un acto de inauguración de obras de refacción del edificio, junto a la primera dama y candidata a senadora, Cristina Fernández de Kirchner, el Presidente reconoció: “Me siento como un hombre católico desde siempre, pero sería una hipocresía de mi parte no decir que muchas veces levanté mi voz contra algunas actitudes de mi propia Iglesia que no me gustaron”.
El gobierno nacional mantiene un entredicho con el Vaticano por la remoción del obispo castrense Antonio Baseotto, que había pedido que al ministro de Salud Ginés González García había que “atarle una piedra al cuello y tirarlo al mar”. Baseotto lanzó esta frase –con un eco sobre los vuelos de la muerte de la dictadura– luego de que González García propusiese debatir la despenalización del aborto.
Tras sus declaraciones, en marzo de este año el Gobierno desconoció a Baseotto como obispo y le quitó el sueldo que recibía del Estado. El Vaticano, en cambio, se negó a removerlo de su cargo y, desde entonces, las negociaciones se encuentran estancadas.
Ayer Kirchner volvió a marcar sus diferencias con ciertos sectores de la jerarquía eclesiástica y pidió que “haya memoria y no haya impunidad, porque la impunidad de ayer generó la que puede existir hoy también”. De todas formas, destacó que se siente “abrazado a la Iglesia y a la religión que nos une”.
El vocero del Episcopado, Jorge Oesterheld, evitó hacer declaraciones sobre la frase de Kirchner. Por su parte, el obispo de Morón Justo Laguna advirtió que “no era el lugar” para que Kirchner dijera eso, pero consideró que en la dictadura “hubo hombres de la Iglesia con un papel lamentable”.
Desde el altar, Kirchner aprovechó también para meter algún bocadillo de campaña. Cuestionó algunas actitudes de los dirigentes que compiten para las elecciones. “Si digo algo que está mal, que es un pecado, me confieso ya. Yo les pido, desde la Capital a Jujuy y a Tierra del Fuego que me ayuden”, sostuvo el Presidente.
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