Los diplomáticos argentinos que participaron de la XV Cumbre Iberoamericana quedaron satisfechos con el saldo del encuentro. Argentina llevó allí una declaración de reivindicación de sus derechos soberanos sobre las islas Malvinas que fue votado sin problemas por el resto de los países. Desde el punto de vista argentino, la Cumbre de Salamanca sirvió para demostrar el interés de José Luis Rodríguez Zapatero por mostrarse como el representante de una región que le puede servir para ganar posiciones entre sus más poderosos pares europeos. Otro dato importante fue la puesta en marcha de la secretaría general Iberoamericana, que quedó a cargo del ex presidente del BID, Enrique Iglesias. Aunque de entrada la secretaría sólo contará con unos cuarenta integrantes, en la Cancillería argentina evaluaban que se podían esperar buenos resultados. “Lo mejor que podía pasar era que pusieran al frente a alguien ejecutivo. Iglesias lo es”, sostenía un integrante de la delegación. Iglesias tendrá que ejecutar los 65 millones de dólares que la Cumbre aprobó (en rigor, los fondos los pondrá España) para ayudar a los países afectados por el huracán Stan. Luego tendrá que activar los primeros canjes de deuda por educación.