La UP28 de Magdalena fue la cárcel con mayor cantidad de muertes violentas durante el año pasado, según consta en un informe elaborado por el Centro de Estudios Legales y Sociales. Este año, fallecieron de manera violenta otras dos personas. La cifra aumentó dramáticamente después del caso del pabellón 16. En su informe, el CELS sostiene que según datos del Ministerio de Justicia provincial, en 2004 murieron 11 internos en el penal, de los cuales 10 fallecieron en forma violenta. “Aunque extrema, la violencia en Magdalena no es excepcional”, cita el informe, y señala que en 2003 murieron 139 personas en todas las unidades del SPB; en 2004 la cifra se extendió a 169 y en 2005 se multiplicó a seis presos muertos por semana en los dos primeros meses del año. El informe no incluye los 32 muertos en Magdalena ni los seis quemados en la U22, ni las tres mujeres de la U33.
El informe también recuerda otros casos de muertes por asfixia o calcinados. Mencionó el caso de la condena de la Corte Suprema a la provincia “a raíz de la muerte de 35 reclusos como consecuencia de un incendio similar (al de Magdalena) desatado el 5 de mayo de 1990 en la unidad de Olmos”. El fallo de la Corte, sostiene el CELS, “muestra que la muerte de personas en el marco de incendios desatados por la quema de colchones no es excepcional.”
El CELS responsabilizó al Gobierno. “El episodio ocurrido el sábado no puede tomar por sorpresa a las autoridades gubernamentales –ni las provinciales, ni las federales–. Estas fueron advertidas en reiteradas oportunidades sobre la gravísima situación que atraviesa el sistema penitenciario argentino, tanto por organizaciones no gubernamentales como por agencias estatales, organismos internacionales de protección de los derechos humanos y, más recientemente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación.”