El Gobierno salió a defender el flamante pase de Eduardo Lorenzo Borocotó al oficialismo. La voz sobre el tema la tomó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al rechazar tajantemente que la decisión de incorporar al legislador macrista a las filas del kirchnerismo haya tenido que ver con el juicio político contra el jefe porteño, Aníbal Ibarra, que hoy se definirá en la Legislatura porteña. “Se ha tergiversado realmente lo que es un apoyo sinceramente franco”, expresó al respecto.
“Hay cierta vocación de algunos sectores en demonizar todo lo que tenga que ver con el gobierno. Todo se convirtió en una suerte de agravio permanente con Borocotó y con el gobierno nacional. El actuó como un hombre de bien porque no pidió nada”, aseguró Fernández en declaraciones radiales ante las insistentes versiones que pusieron en tela de juicio el exilio de Borocotó, anunciado tan sólo unas horas antes de que la Comisión Acusadora de la Legislatura sesionara para decidir sobre el juicio político contra Ibarra por la tragedia de Cromañón. “Nunca se habló de nada vinculado al tema de Cromañón. Tanto es así que él fue al día siguiente a votar como pensaba”, señaló luego de destacar que la decisión del macrista arrepentido se fundó más en un interés por apoyar al oficialismo. “Estaba muy desalentado porque en la campaña habían hablado de hacer un proyecto para acompañar al Gobierno y el día después de la elección se anunció que se había conformado un espacio que iba a confrontar políticamente con el Gobierno”, fue la explicación. Para concluir, remató: “Es bienvenido el aporte que pueda dar cualquiera para colaborar con la construcción de un país, que necesita no sólo de un presidente sino también de muchos sectores que se animen a dar la pelea.”