Los legisladores macristas salieron a respaldar la carta abierta con que Mauricio Macri le pidió al presidente Néstor Kir-chner que impida que el tránsfuga Eduardo Lorenzo Borocotó asuma como diputado nacional por el kirchnerismo. Eduardo Santilli y Cristian Ritondo diferenciaron –igual que su jefe político– al Presidente del ministro Alberto Fernández, a quien responsabilizaron por “la vergonzosa jugada política”. Funcionarios oficialistas cruzaron duramente a Macri y Elisa Carrió acusó al Gobierno de utilizar “metodologías fascistas y autoritarias”.
Santilli y Ritondo coincidieron ante Página/12 cuando afirmaron que “no se trata de una discusión ideológica” sino de “una cuestión institucional” para negar que la misiva pública busque posicionar al presidente de Boca como principal referente de la oposición. Aunque admitieron que Macri “trasladó a Kirchner la decisión sobre el tema”, con lo que pretenden transformar la fuga de Borocotó en una victoria política.
“Resulta curioso que alguien que hizo fortunas durante la dictadura se llene la boca con conceptos democráticos”, dijo Elvio Vitale, director de la Biblioteca Nacional, al referirse a la carta publicada en la tapa del diario La Nación en la que Macri escribió sobre la necesidad de no “avasallar el voto popular”. Juan Manuel Abal Medina también insistió en que “es una vergüenza que alguien que descaradamente trata de voltear al jefe de Gobierno de la Ciudad, elegido por el voto popular, se haga el indignado”.
Carrió se sumó a la disputa. “El caso más escandaloso es el de Borocotó, pero no es ni será el último”, afirmó la líder del ARI, quien remarcó que “este gobierno aplica cualquier método para obtener diputados o ganar elecciones”.