EL PAíS
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MONTEVIDEANAS
- Ningún presidente se olvidó de destacar que era la última reunión en la que participaría Ricardo Lagos, a punto de terminar su mandato como presidente de Chile. Sobre Lagos, que luego de seis años se va de la presidencia con una imagen positiva superior al 70 por ciento, llovieron elogios de todo calibre. “Sabemos que nuestro amigo Ricardo va a seguir colaborando permanentemente, sabemos de sus calidades, de su dignidad moral, le deseamos la mayor de las suertes y sabemos que tenemos un amigo con el que siempre nos encontraremos”, le dijo Kirchner en un tramo improvisado de su discurso. Pero el que se salió de libreto fue Lula. Primero, porque fue el único que hizo una alusión directa a la elección chilena del domingo al hablar de la necesidad de incorporar el cupo femenino al bloque, en obvia referencia a la candidata de la Concertación, la socialista Michelle Bachelet. Pero también le hizo un chiste a Lagos sobre su posible vuelta a la presidencia, ya que la reforma constitucional acortó los mandatos en Chile a cuatro años. “Al final, capaz que somos machistas”, redondeó el brasileño.
- En su discurso, Kirchner recordó que ayer se cumplían 20 años de la histórica sentencia contra las juntas militares. “Los hechos que se condenaron a través del juicio hicieron que las sociedades latinoamericanas recapacitaran sobre las terribles consecuencias del abandono del estado de derecho, la democracia y el respeto a los derechos fundamentales del hombre”, subrayó. La elaboración del discurso del Presidente corrió por cuenta del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y también colaboró el vocero Miguel Núñez.
- Fue una cumbre con varios debuts. Lo de Carlos “Chacho” Alvarez fue a nivel continental. A nivel nacional, Jorge Taiana por primera vez se mostró en su rol de canciller, aunque el trabajo no le resultaba extraño porque anteriormente ya había tenido que reemplazar a Rafael Bielsa en encuentros continentales. Otro debut fue el de Felisa Miceli, aunque con muy bajo perfil. La ministra de Economía pasó inadvertida y sólo se la pudo ver al lado del Presidente cuando pronunció su discurso. Miceli se cuidó de mantenerse bien lejos de los periodistas.
- A propósito de Bielsa, no hubo ningún comentario oficial sobre los vaivenes del ex canciller. Hubo quienes escucharon algún epíteto de grueso tenor en boca del Presidente ante una consulta pero, según sus íntimos, lo de Kirchner sería más perplejidad que enojo contra su ex ministro. Cerca suyo comentaban que hacía un mes que Bielsa le había solicitado no llegar al Congreso como un diputado “raso”. Que, como mínimo, se imaginaba a cargo de alguna comisión. A partir de ahí, comentaban, el Presidente pensó en un destino lejos del Parlamento. “Kirchner dice que el Congreso es para los que necesitan foguearse. Y que Bielsa, con dos años como canciller, no tenía destino allí.” De ahí la solución francesa. Luego, la perplejidad.
- Como ya viene siendo costumbre a cada lugar donde va, Chávez fue el único presidente que se quedó un día más en Uruguay. Esta vez, también llegó un poco antes. A 100 kilómetros de Montevideo hay un pueblito que se llama Bolívar. El presidente bolivariano quiso hacer un gesto de apoyo. Financió una plaza y un puente para la localidad y fue a inaugurarlos. Pero, al llegar, se sorprendió: la población tenía apenas unos 200 habitantes, más o menos la cantidad de integrantes su comitiva. Los pobladores –gente sencilla, de caballo y mate– lo escucharon hablar y hasta cantar sobre el escenario. Chávez se fue feliz.
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