La cancelación anticipada de la deuda con el Fondo Monetario Internacional generó inquietud en ciertos sectores del Gobierno que reciben asistencia financiera del Banco Mundial (ver aparte) y del Banco Interamericano de Desarrollo sobre el futuro de esas líneas ahora que no habrá auditorías permanentes por parte de los técnicos de Washington. Varios de los créditos del BM y el BID necesitan del sello de aprobación de la auditoría del FMI sobre la marcha de la economía. Un cercano colaborador de Felisa Miceli explicó que “Argentina no se va del Fondo, mantiene su silla, como un país más, trabajando junto a sus funcionarios en el marco del Artículo IV”. Este consiste en la revisión anual que realiza el Fondo a todos los países miembro sobre la marcha de la economía, incluso la de las naciones más poderosas y controlantes de ese organismo, como Estados Unidos y las europeas.
“El Banco Mundial no puede tener excusas para no prestar; incluso el mismo día del anuncio de cancelación con el FMI se difundió la aprobación por parte del directorio del Banco Mundial de dos préstamos para el país por unos 190 millones de dólares. A partir de ahora, no tengo dudas, mejorará la relación con los organismos internacionales”, comentó el funcionario. El BID también había aprobado una línea de 500 millones de dólares. La idea que tienen en Economía es que los créditos sean para financiar proyectos de infraestructura.