EL PAíS
• SUBNOTA › LAS ENCUESTAS MUESTRAN UNA MUY BUENA PRIMERA REACCION
Hay gran confianza, pero no infinita
Por R. K.
Cuatro encuestas realizadas entre viernes y sábado indican que entre el 70 y el 80 por ciento está de acuerdo con la medida adoptada por el Gobierno de pagarle al FMI toda la deuda. Para que el nivel de aprobación sea tan alto –incluso en el esquivo territorio porteño– confluyen los que confían en las decisiones presidenciales más los que creen que hay que sacarse de encima las deudas, y también quienes sostienen que el FMI perjudica al país y es bueno independizarse de ese organismo. La decisión produce, según los consultores, varios efectos político-económicos. Le da iniciativa al Presidente, abre con fuerza el período post Lavagna, crea expectativas de mejor futuro en la población, aunque después de la crisis de 2001 nunca son demasiado grandes y hay desconfianza.
Las conclusiones surgen de los trabajos de cuatro consultoras. En el caso de Hugo Haime y Asociados es una encuesta domiciliaria, mientras que Analogías, que encabeza Analía del Franco, Equis, a cargo de Artemio López y OPSM, de Enrique Zuleta Puceiro, se basaron en encuestas telefónicas. Este último trabajo no abarca sólo Capital y Gran Buenos Aires como los demás, si no que registra opiniones de todo el país. En todos los casos, se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
Para Analía del Franco “hay consenso absoluto de que se tomó una buena decisión, sin diferencias por sector social. En la franja de entre 30 y 45 años, que suele ser crítica y difícil de seducir, también hay un nivel de aprobación importante. Entre los porteños, que son más ácidos y críticos, también hay una opinión favorable de más del 80 por ciento. La gente no toma este pago como una cancelación de la deuda, sino como una especie de activo que da más posibilidades de crecimiento y de atracción de inversiones. Está la idea de que mejoraremos, pero no se ve que se solucione con esto la distribución del ingreso.”
Hugo Haime opina que “en el nivel de aprobación está mandando la confianza que existe en el Presidente en estos temas, a lo que se agregan los que creen que hay que honrar la deuda y tener buenas relaciones a nivel internacional. Ojo que estamos ante el primer nivel de impacto y es una medida sobre la que es muy difícil estar en desacuerdo. Hay muy pocos que se estén oponiendo. Nadie está diciendo que esto es un delirio, que al país le va a ir mal. Todo el mundo ve que no va a empeorar. Ahora bien, si esto tuviera consecuencias negativas, habrá una segunda evaluación.”
Artemio López, de Equis, considera que “estamos ante una mayoría consistente en todos los niveles, con más apoyo en los sectores de menos recursos y menos respaldo en la clase media alta, aunque siempre con una sólida mayoría a favor. En general las decisiones de los gobiernos son temas controvertidos. En este caso no. Hay respaldo en los que tienen visiones políticas distintas, incluyendo la centroizquierda, la centroderecha, la oposición. Desde el punto de vista de los consensos, es óptimo. La problemática de la deuda es percibida por la gente como un producto de la crisis y los años ’90. El Fondo es identificado como perjudicial, de manera que la independencia relativa es bienvenida. A Kir-chner le sirve para iniciar la etapa post Lavagna. El mensaje es ‘ahora estoy yo’. Hace diez días estaba la duda si se podía sin el ex ministro, si Felisa Miceli iba a ser capaz o no. Ahora se le dio volumen a las decisiones económicas, se le dio un fuerte tinte a la nueva gestión. Es una bisagra importante”, concluyó López.
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