El Consejo Superior de la UBA aprobó la investigación interna que halló irregularidades en el manejo de recursos propios del rectorado y ahorros por aportes patronales no realizados (en acuerdo con la AFIP), que sumarían de 120 a 180 millones de pesos. Aunque los egresos fueron contabilizados y gastados en la UBA, su uso no fue autorizado por el consejo y difirió del asignado por las partidas presupuestarias (posible malversación). Ayer, los consejeros apuntaron como posibles responsables al ex secretario de Hacienda y al ex contador general. El descargo del rector limita la virtual irregularidad a 15 millones y explicó que inició un sumario para deslinda responsabilidades.